Esta vez falló el tópico, esta vez, a pesar de tratarse del último año de la presente Legislatura autonómica, sí que hay pacto presupuestario, el primero que se produce entre las tres fuerzas de izquierdas desde 2015, fuerzas de izquierdas, al menos, en sus siglas.
No deja de ser llamativo y paradójico que el Gobierno de Javier Fernández y Podemos estampen un acuerdo, además, presupuestario. Un Javier Fernández que, hasta el momento, había alcanzado pactos de esta índole con el PP. Una formación morada que fue recibida en 2015 con uñas y dientes por parte de la que entonces era la cúpula de la FSA. Y para nadie es un secreto que las relaciones entre ambos grupos parlamentarios distaron mucho de ser óptimas.
Por parte del PSOE, no sólo pactó el actual Gobierno autonómico, sino que lo hizo también la FSA que lidera Adrián Barbón. Aun así, resulta, como poco, sorprendente que Javier Fernández se haya prestado a este pacto; al fin y al cabo, oficialmente hablando, son los presupuestos del Ejecutivo asturiano que preside.
También nos sorprende Podemos. Y es que, sin poner en duda en ningún momento, que se arrancaron partidas económicas que redundarán en beneficio de las personas y colectivos más vulnerables, desconcierta no poco que no se hayan exigido por parte de la formación morada medidas de regeneración política como condición sine qua non antes de pactar nada.
Fíjense, exagerando un poco la nota, aquí se va casi todo el mundo. De hecho, la retirada de la política por parte de Javier Fernández ya tiene fecha. Por su lado, hay dirigentes de Podemos como Emilio León que ya han anunciado que no continuarán ejerciendo tareas de dirección en su partido.
Y es precisamente ahora, a pocos meses vista de unas despedidas anunciadas, cuando se alcanza el acuerdo presupuestario del que venimos hablando.
¿Cómo es posible que no se haya reparado en esto? Acaso cabe interpretar que hay renuncias por parte y parte. En el caso del PSOE, cesiones y concesiones de Javier Fernández permitiendo que la nueva FSA tenga su protagonismo en este pacto; en el caso de Podemos, no haber puesto sobre la mesa, una batería de medidas regenerativas como paso previo al acuerdo.
Y sólo estoy hablando del PSOE y de Podemos, puesto que, en lo que a IU se refiere, en todo momento estuvo esta coalición dispuesta a pactar con el Gobierno de Javier Fernández.
Y, tras este acuerdo, parece ser que también se valora la posibilidad futuras coaliciones de Gobierno por parte de los partidos que acaban de acordar los presupuestos.
Un final de Legislatura sorprendente, con un ceremonial de adioses, a decir verdad, muy inesperado. Aquel Javier Fernández que citaba a Cánovas sin nombrarlo hablando de lo posible y de lo imposible en política, que, desde la gestora del PSOE estatal facilitó la investidura de Rajoy, que alcanzó un acuerdo presupuestario con el PP llariego en esta misma Legislatura, termina pactando con Podemos los presupuestos autonómicos.