LISTAS NEGRAS CONTRA EL PROFESORADO EN ASTURIAS
Don Ignacio Blanco, portavoz de Vox en el Parlamento autonómico, está consiguiendo ser noticia en un mes de agosto en el que el afán de acaparar titulares no está de vacaciones, sobre todo en este diputado. Tras negar la existencia de una violencia machista de la que tenemos noticias constantes, da un paso más en sus arremetidas, pidiendo conocer «las vinculaciones políticas» del profesorado que se hará cargo de la materia de Igualdad de Género. Se trata, además, de una asignatura, que , si no estoy mal informado, se empezará a impartir el próximo curso en Asturias.
Para empezar, resulta inquietante tener que recordar lo obvio, es decir, que estamos –se supone– en una democracia en la que es completamente lícito que cualquier persona pueda militar en un partido político. Solo faltaba que se pretendiese inhabilitar como enseñante a alguien que militase en una formación política o sindical.
Para seguir, estamos hablando de una asignatura optativa en 3º de la ESO, esto es, que se puede elegir libremente. Y, por otro lado, la apuesta por la igualdad de derechos de las personas, con independencia de que sean hombres o mujeres, es un planteamiento democrático básico.
Pero el señor Blanco habla además de «lavados de cerebro en nuestras escuelas». Según él, la asignatura de la que venimos hablando contribuiría a ello. O sea, algo que es un planteamiento democrático propiamente dicho, como la igualdad de derechos entre las personas, merece para este buen señor semejante consideración. Por supuesto, no habla de la presencia de la religión católica en la enseñanza pública. Ahora el adoctrinamiento viene de parte del profesorado que imparte materias como la que aquí nos trae.
¿Desconoce el señor Blanco que ese profesorado cuenta con la titulación académica exigida para ello? ¿No quiere tener en cuenta el diputado de Vox que la igualdad de mujeres y hombres es un convencimiento firme de cualquier demócrata?
¿Acaso buscan listas negras? ¿Acaso están por la labor de depuraciones en la docencia? La verdad es que, de no tratarse de un partido minoritario, salidas de tono como estas dan miedo y encienden muchas alarmas que nos llevan a nuestros viejos fantasmas de un pasado dictatorial.
Y, mire señor Blanco. Voy a añadir algo: en un sistema democrático, la apuesta por la igualdad de género no compete solo al profesorado que se vaya a hacer cargo de esa materia, sino al conjunto de docentes que, además de explicar su asignatura, tiene un compromiso inequívoco con la democracia y con la libertad, con los valores democráticos.
¿Ha oído hablar usted de la libertad de Cátedra? ¿Ha oído hablar usted de derechos y libertades? ¿Ha oído hablar usted de un sistema político que abomine del totalitarismo y que aspire a un sistema educativo acorde con los principios democráticos?
Como docente, quiero poner claramente de manifiesto mi solidaridad con el profesorado de esa materia que tantos sarpullidos le provoca a este señor. Como docente, me pronuncio sin ambigüedad alguna a favor de un sistema educativo donde el compromiso con la igualdad de género es y tiene que ser al cien por cien transversal.