Pues no han sido pocas las veces que mi amigo Cuco y yo habíamos pospuesto recorrer varios rincones del concejo de Caso, entre ellos, este pequeño y pintoresco pueblo que, a orillas de la AS-117 , descansa testigo mudo de la inimitable belleza del Parque Natural de Redes. Y es que, en muchas ocasiones, pasamos por los sitios sin detenernos a contemplar lo que tienen que ofrecernos. Algo a lo que aquél domingo, decidimos poner remedio. Nuestro punto de encuentro fue la glorieta junto a Riañu. Allí, Cuco me esperaba con su inconfundible Ducati. Salimos rumbo a Abantro, lugar en el que ninguno de los dos había estado con anterioridad. El río Nalón discurría caudaloso y, como de costumbre, el tráfico era escaso. Las carreteras estaban tranquilas y los motores de nuestras monturas adquirían protagonismo. Eran poco más de las 11:00 horas cuando llegamos al pueblo. Un pueblo que transmitía paz y tranquilidad algo que invitaba aún más a recorrerlo. Situado a unos 550 metros sobre el nivel del mar, pertenece a la parroquia de Tanes y desde él se accede a la Sierra de Trapa.
Las temperaturas, algo elevadas para esta época del año, nos facilitaron el paseo en el cual, pudimos comprobar que no éramos los únicos.
Aunque muchas puertas y ventanas permanecían cerradas..
No creo que nadie responda al timbre en esta ocasión..
Y, a paso lento pero sin pausa, Cuco y yo descubrimos rincones. Es evidente el buen estado de conservación en general de las viviendas.
Y, como no, detalles que me enamoran..
Todo ello, como no podía ser de otra forma, ante la atenta mirada del Parque Natural de Redes.
Caso es agua, naturaleza en estado puro. Caso engancha a quien se anima a visitarlo y descubrirlo. Una amplia gama de colores que se extiende por sus praderías, por los tejados de sus casas. Mil y una razones tenemos para conocerlo porque, una vez que lo hagamos, sin duda, regresaremos. Caso y sus gentes, nos están esperando.