En un rincón del concejo de Peñamellera Alta, en el turístico oriente asturiano, esta joya que Severiano Gómez ha sabido conservar con mucha ilusión, ingrediente principal que ha hecho que perdurara a lo largo de tanto tiempo, será la protagonista de nuestro relato de hoy. Se trata del último molino de maíz ubicado en el pueblo de Mier y hasta allí nos vamos con nuestras motos para conocer a Antonia, su mujer, y a este señor que estará encantado de enseñároslo cuando os acerquéis por la zona.
Acompañada de Carlos en esta ocasión, todo un motero habitual ya de las rutas de “Explorando el paraíso en moto”, nos dirigimos hasta Mier, donde, a orillas de la AS-114, nos aguardaba esta sorpresa que, sin duda, os dejará con ganas de conocer un poco más de este espectacular concejo asturiano. Antonia nos recibió al poco de oírnos llegar y es que, era casi imposible no percatarse de nuestra llegada en un lugar que, pese a su cercanía a la carretera general, la desconexión del resto del mundo es casi obligada. Las llaves de una mañana bien aprovechada estaban puestas, girémoslas y disfrutemos del encanto de este molino de la mano de su cuidador porque nadie mejor que él para enseñárnoslo.
Poco se muele aquí y, aunque hubo otros molinos en la zona(con este unos cinco aproximadamente), este es el único que está en funcionamiento. Sus vecinos aún lo usan pero, sobre todo, viene gente de Cantabria para la molienda. Nuestro guía no duda en facilitarnos la visita..Entremos…
De las dos muelas que tiene la única que funciona es la pequeña y no dudó en activarla para nosotros.
Mi compañero de ruta de hoy sentía bastante curiosidad y no era para menos,..
Sinceramente, uno allí dentro parece haber viajado en el tiempo…
Detalles que nos rodean..
Los pocos encargos hacen que Severiano disfrute aún más de enseñar esta joya a los turistas. Lleva desde niño a cargo de este molino alimentado por el río de las Volugas ubicado en un entorno que no tiene desperdicio alguno para nuestros ojos y en el cual todo está en armonía.
Una fugaz visita a otro rincón de nuestra Asturias paradisíaca de la cual, poquito a poquito, vamos descubriendo maravillas deseando que las visitemos. Así que, decimos adiós a Severiano y a su molino para lanzarnos a por otro destino.¿Me acompañáis?.
Espero que os haya gustado.V´SSSS.