Por María de Álvaro:
María Isabel es quien mejor le conoce y, apuesto lo que sea, quien más le ha sufrido. María Isabel sabe que Hugo, su ex, es ante todo un tipo sincero. De los que creen que sinceridad es decir lo primero que a uno se le pasa por la cabeza. O sea, un maleducado. O un grosero, que diría mi madre.
Como Hugo hay muchos, y muchas, por supuesto. La diferencia es que a Hugo le dejan entrar en las cumbres iberoamericanas. La diferencia es que Hugo es Chávez, el presidente de Venezuela.
Tal vez sea por eso que a este hombre le va la puesta en escena culebronera. Lo que ya no es tan de recibo es que la estética ‘Cristal’ traspase fronteras. Lo que no se entiende es que la relación entre el Gobierno y la oposición de esta España nuestra se parezca cada día más a una teleserie.
Cuando el sábado oí a Zapatero defender a Aznar y a Aznar agradecérselo pensé por un momento que la política de este país volvía a ser, eso, política, y no un sainete. Soy tonta, ya lo sé, una ilusa. Y digo yo, por qué no se callarán ellos también. Al paso que vamos igual hasta el Rey vuelve a perder la paciencia. Yo estoy a puntito. Y con unas ganas de pegarles una voz… Si no fuera porque están sordos.