Por María de Álvaro:
No somos nadie y en pelota, menos. La máxima es vieja y, por tanto, renovable, como la energía de moda. A la máxima le pasa como al petróleo en manos de Hugo el Terrible, que necesita alternativa. Y la tengo: No somos nadie y sin asesor, menos.
Lo digo por Clinton, que ahora va a ser el asesor de ZP, pero no sólo. Que también Aznar anda asesorando a Bush y hasta Churruca, en esta minúscula parte del planeta llamada Gijón, tiene los suyos, aunque los de Churruca no pretendan cambiar el futuro mundo, como el optimista de Bill, sino el futuro mismo. El suyo, ya se entiende.
Yo un día tuve asesor también, pero desde que Hacienda se inventó lo del programa Padre declaro mi amor al fisco por Internet. Y así no hay quien pueda. Voy a ver si ahora que Marichalar está libre quiere asesorarme. Con lo que a mí me gusta una pamela. Y él. Y Nati Abascal. Conste.