Por María de Álvaro:
La última vez que vi un partido por la tele fue porque estaba en un bar y no podía mirar para otro lado y la última vez que fui a El Molinón fui por las pipas. Vale, lo confieso. Ni me gusta el fútbol ni me gustan siquiera las piernas de los futbolistas, que ya nadie las volvió a tener como las de Jose Mari Baquero, que no sé ni si se escribe con ‘b’ o con ‘v’, por cierto. Eso sí, que no me guste el fútbol, que me interese menos que la natación sincronizada, no tiene nada que ver con que esté indignada, indignadísima, con que la Junta Electoral no deje jugar al portero del Sporting el domingo. Anda que no habrá desocupaos el domingo para que tenga que ir el probe Roberto a meter papeletas en vez de a parar balones. Yo, conste, me ofrezco a ocupar su puesto en la mesa electoral. En el campo no, que sigo con las muletas.