Castellón es hoy rojo y blanco. Tal parece que sobre la ciudad ha caído una bomba nuclear y ha sido repoblada por sportinguistas. Las calles del centro, desiertas de población local, han sido literalmente tomadas. Y la avenida del Rey Jaime I, una de las principales, parece Corrida en un día de fiesta. Porque hoy es eso, un día de fiesta. Desde bien temprano en la calle no se oye otra cosa que no sea el ”porque este año subimos a Primera”. Camisetas, bufandas y hasta banderas recuerdan a cada paso lo que va a suceder esta tarde en el Nuevo Castalia. Aquí hay más de 2.000 gijoneses que estarían dispuestos hasta a saltar al campo para rematar un balón. Dicen los periódicos locales que ”un clásico del fútbol español” será el que cierre la temporada. Tal parece que hasta el ‘enemigo’ da por hecho la victoria del Sporting. A lo mejor es por eso por lo que la cautela de ayer, las caras de preocupación, han dado paso al entusiasmo. Y eso que el partido ni siquiera ha comenzado. O sí.