Cuando voy por la calle y me preguntan que si soy del Barcelona o del Madrid, yo les miro a la cara orgulloso, y les digo del Sporting a morirrrrrrrr. Léase o, mejor, cántese, con la musiquita que todos sabemos y dedíquese a todos los que esta noche no tenemos pensado ni sufrir ni saltar. A los que jugamos mañana a las cinco en San Mamés. Aunque no nos dejen entrar.