El silencio, a veces, habla más alto que las voces y lo hace, además, como la música, filtrando los sonidos para pasar directamente del aire al corazón. En el Jovellanos sonó ayer el silencio. Atronó durante seis horas, las últimas horas de Arturo Fernández sobre el escenario que tantas veces pisó, las tablas que le […]