Por María de Álvaro:
Esta mañana me he descubierto una arruga. Y no, no es la primera. Es peor, porque es la segunda y esto quiere decir que tengo arrugas, así, en plural. Fiel a la máxima de ‘un problema, una solución’ he valorado seriamente mis posibilidades, y tengo tres. La primera, una ingestión masiva de barbitúricos, para morir joven -o todo lo joven que pueda- y románticamente, pero paso, que no me atrevo. La segunda, unos pinchazos de botox, pero después de ver una foto de la chica que se comió a Nicole Kidman, también paso, que tampoco me atrevo. Así que la tercera, y por tanto la vencida, es tomármelo con filosofía y dedicarme una canción. Juro que iba a llamar a los 40 y pedir una, pero resulta que ya no se lleva. Así que me la pongo aquí mismo. Ustedes perdonen.