No conozco a casi nadie que responda la verdad cuando le preguntan qué tal. Y es una suerte, porque eso quiere decir que no conozco a casi ningún pelma. De la misma manera tampoco conozco a casi nadie que le guste pasar la mañana del domingo en un desfile militar. Y eso también es una suerte. Para mí por lo menos. Así que que a Mariano Rajoy le parezca un coñazo pasar la mañana del domingo en un desfile militar pues no sólo me parece natural, sino hasta estupendo y tranquilizador. Porque pasar la mañana del domingo en un desfile militar tiene que ser un coñazo hasta para la cabra de la Legión. Así que no entiendo tanto escándalo. Y, sobre todo, no entiendo a Leire Pajín entrando a ese trapo y diciendo que a Rajoy no le interesan los asuntos de Estado. Venga ya, Leire, ¿no me digas que no se te ocurre un plan mejor para pasar la mañana del domingo? Con lo que tú eres, chica.