El presidente Areces vuelve a tomar el pulso de la actualidad con declaraciones en las que reafirma su voluntad de gobernar en minoría con espíritu de consenso hacia las fuerzas parlamentarias. A los grupos de oposición les recuerda que el diseño de la “pinza”, la alianza entre la izquierda más a la izquierda y la derecha, sería criticado por la opinión pública. Puso como ejemplo lo ocurrido en la cuarta legislatura, en la que gobernó Sergio Marqués porque IU no quiso pactar con el PSOE, siguiendo la estrategia de “las dos orillas” de Julio Anguita. De ese mandato salieron el PP e IU perdiendo diputados. Es evidente que ejercer la oposición de forma poco inteligente desgasta tanto como gobernar erráticamente.
Junto a opiniones ya conocidas sobre el Estatuto de Autonomía, el tratamiento de la llingua o la televisión autonómica, el presidente del Principado se ha referido a la macrointervención en el área, Oviedo-Siero-Llanera, que con gran parafernalia de recursos fue presentada por el Gobierno regional durante la primavera pasada. Pues bien, resulta que aquella iniciativa era un mero estudio que ha quedado en manos de los técnicos y a la expectativa de la respuesta de los ayuntamientos. Ana Rosa Migoya, la portavoz del Gobierno en la anterior legislatura, dijo que estábamos ante la operación más importante de los últimos cincuenta años, así que no se entiende ese súbito desplazamiento del proyecto hacia la mera consideración de técnicos y alcaldes, o lo que es lo mismo, hacia la nada.
Todos recordamos lo minucioso que era el proyecto que permitiría construir más de 9.000 viviendas, lo que supondría, al parecer, el aumento del 43% de la población en Siero y Llanera, con 27.300 nuevos vecinos. El urbanista que había presentado el proyecto, muy ligado al Principado, dejó una frase para la historia: “el centro de Asturias morirá de éxito si no se articula pronto”. La actual consejera de Medio Ambiente y Medio Rural, Belén Fernández, justificó, entonces, la actuación, porque, según ella, para el año 2010 se necesitarían entre 18.000 y 20.000 viviendas. A mí, ya me extrañó que en el debate de investidura no se hablase de ese proyecto, pero es que las grandes ideas de primavera no siempre llegan al verano.