El Principado propone a Rafael Sariego para presidir el Consejo Social de la Universidad de Oviedo. O lo qu es lo mismo, el Gobierno regional se postula directamente para encabezar el citado órgano universitario, ya que Rafael Sariego era hasta quince días el consejero de Sanidad.
Rafael Sariego es un médico de gran finura humana, exquisitos gustos artísticos y buena persona. Ahora bien, lo mejor que puede hacer un ex consejero es tomarse unas vacaciones antes de volver a la primera línea de fuego. El Consejo Social es, hasta la fecha, un órgano perfectamente inútil y si se vincula estrechamente al Gobierno la inutilidad quedará garantizada de por vida. El Gobierno no es un organismo social, al igual que las instituciones sociales tampoco son equivalentes al Gobierno. Pero lo peor de todo es la extensión de esa moda en la política asturiana de utilizar cualquier institución pública que se financia con dinero de los contribuyentes para colocar a políticos con nostalgia del poder. Les vale la Sindicatura de Cuentas, el Consejo Social, El Defensor del Ciudadano, y cuando no saben cómo hacerlo se crea la figura de “asesor” del concejal, como en el Ayuntamiento de Gijón. Todo sea por perseguir la cultura de la satisfacción.