Horas antes deiniciarse la “operación salida”, por excelencia, conocemos la última encuestaelectoral del CIS, en la que se constata un incremento de la ventaja que llevael PSOE sobre el PP, hasta quedar en tres puntos y medio porcentuales. No es undato contundente, pero permite a los socialistas ir más tranquilos devacaciones. En el último debate parlamentario sobre el Estado de la Nación, celebrado aprimeros del mes de julio, todos los medios dieron que ganó Zapatero a Rajoy,así que la encuesta del CIS viene a corroborar esa impresión. ¿Es lógico que elPSOE tome ventaja sobre el PP con las revelaciones aportadas por ETA y el PNVsobre el contenido de las negociaciones del proceso de paz?

Hay un hecho quepuede volcar la pugna electoral del lado de Zapatero que no tiene nada que vercon la agenda política de esta legislatura, centrada en la revisión de losestatutos de autonomía y en la negociación con ETA, sino con la economía: nucahubo tanta gente empleada en España; más de 20.300.000 personas trabajan en laactualidad, cuando hace once años eran 12 millones los trabajadores que teníanempleo. A lo largo de la presente legislatura se ha creado en España el 40% delos puestos de trabajo de la UE,un panorama que ningún economista se atrevió a profetizar hace tan sólo unadécada. Tanta gente con la digestión bien hecha tiene que tener influencia enlas urnas. Este razonamiento puede ser impugnado acogiéndose al precedente delGobierno de Aznar, que creó cuatro millones de empleos en ocho años y perdiólas elecciones. Aznar cometió el error garrafal de apoyar la guerra de Irak encontra de la voluntad de los españoles, pero Zapatero también llevó sus tratoscon ETA mucho más allá de lo que el ciudadano medio considera prudente.

Dentro de un mesacudirá el presidente a la fiesta de Rodiezmo para inaugurar el curso políticoy sacará a relucir las inversiones del Gobierno en Asturias y Castilla-León,las más altas de la Españaautonómica. Seguro que no dice una palabra de ETA, y preferirá repasar lascifras del crecimiento de las pensiones y el salario mínimo. Si ETA no cometeatentados sangrientos que obliguen a recordar lo que fue el proceso de paz, laeconomía de ZP puede confirmar en las urnas los sondeos del CIS.