El Principado no está dispuesto a participar en la financiación del rescate del peaje del Huerna. Esa tarea la deja en solitario para el Gobierno central. El rescate del peaje fue una promesa de Zapatero y la competencia sobre la red de infraestructuras de transporte de carácter nacional corresponde al Gobierno de España, así que es difícil criticar la posición del Principado. Sin embargo, en Galicia, la Xunta participa en la amortización de dos peajes que hay en la doble calzada de la fachada Atlántica, uno en la provincia de La Coruña y el otro en Pontevedra. La financiación de esa iniciativa le supone tres millones de euros al Gobierno gallego, cada año.
Como el rescate del Huerna supone 1.300 millones de euros, el Principado carece de capacidad económica para asumir el 50% de esa cantidad (el otro 50% le pondría el Gobierno central). Al propio Gobierno de España le resulta muy gravoso anular el peaje y por eso opta por pequeñas reducciones. En la opinión pública ha calado la idea de que se trata de un incumplimiento de Zapatero, y los ánimos están calientes para cobrarle esa deuda. Es conocido que a los gobernantes sólo se les penaliza retirándoles el voto, así que los socialistas temen que el peaje del Huerna se convierta en un peaje en las urnas.
El incumplimiento de la promesa realizada por Zapatero, en Gijón, es flagrante, así que el Gobierno sólo puede tomar la iniciativa en el debate ampliando el contexto. Verbigracia. El Gobierno no había prometido una vía de La Espina a Ponferrada, y ahora va a firmar el convenio con las administraciones autonómicas de Asturias y Castilla y León, para construirla. Tampoco había asumido una autovía entre La Espina y Valdés, comunicando el interior con la costa, y ahora va realizarla. Estas dos nuevas propuestas elevan la factura asturiana en casi 1.000 millones de euros. Si se introduce en el Plan Estratégico de Infraestructuras de Transporte (PEIT) la iniciativa del Principado de construir una carretera por debajo del Fito, comunicando Colunga y Parres, ya nos aproximamos a los 1.300 millones de euros del rescate del peaje del Huerna. Quiero decir que el incumplimiento del Huerna no se produce en un contexto de desatención del Gobierno hacia Asturias, sino en medio de un conjunto de iniciativas que van desde el sector energético (Plan de la Minería, regasificadora de El Musel), hasta la Sanidad (cofinanciación del Huca), pasando por las inversiones en infraestructuras de transporte. Hay que salir a la palestra para reconocer la promesa incumplida y los nuevos proyectos nuevos. O pueden callar los socialistas, como suelen hacerlo, y sufrir una nueva derrota en el frente de la opinión pública.
Uno de los últimos días de febrero de 1996, en vísperas de las primeras elecciones generales que ganaría Aznar, EL COMERCIO organizó una comida con los principales candidatos. La crítica del PP al Gobierno de González, en aquella comida, fue que no había construido Onzonilla-Benavente, una excepción a las vías de doble calzada que unían la periferia con Madrid. Años más tarde, esa barrera fue derribada por el PP para alzar otra invisible: 29 años más de peaje.