Con el primer día del año ha entrado en vigor la última rebaja del peaje del Huerna que afecta a todos los vehículos ligeros que utilicen dos días la autopista dentro del último mes, viéndose beneficiados con una subvención del 50% de la tasa. Al descuento del 30%, realizado en el año anterior para los transportistas, se ha sumado la subvención para los turismos. Son medidas que interesan a sectores concretos de usuarios, pero que no engloban al conjunto de los conductores, que seguirán pagando el total del peaje.
El descuento para los conductores que utilicen con frecuencia la autopista, al igual que la rebaja a los transportistas, es una medida del Gobierno de Zapatero para aplacar las protestas de la gente por no cumplir la promesa electoral de suprimir el gravamen del Huerna. El Gobierno realizó una mejora para los colectivos más perjudicados por el mantenimiento del peaje, buscando desactivar las quejas. Si los asturianos no se olvidaron en toda la legislatura de la promesa incumplida, es una ingenuidad creer que van a hacerlo en los últimos dos meses de mandato, en la recta final de las elecciones. En conclusión: el peaje del Huerna será un tema recurrente durante la campaña electoral en Asturias.
Si nos olvidamos del debate político general (ETA, reformas estatutarias, financiación autonómica) y nos fijamos en Asturias, no queda otro remedio que constatar que el Gobierno central ha asumido muchas actuaciones (regasificadora, ampliación de El Musel, financiación del nuevo Hospital Central, variante del Pajares, autovías, Plan del Carbón, enlaces de la autovía minera, etcétera). La tasa del Huerna es una excepción. Prorrogada por 29 años por Aznar, se ha convertido con Zapatero en un tema de permanente actualidad por incumplir la promesa electoral. Tiene una importancia menor, comparada con otras realizaciones asumidas por el Gobierno socialista. Creo que la protesta por el mantenimiento del peaje tiene mucho que ver con la falta de explicación del Gobierno de sus actuaciones ante la opinión pública asturiana. Aquí, sólo el delegado del Gobierno, Antonio Trevín, hace periódicos balances de las inversiones, mientras los ministros no cruzan el Huerna. ¿Será para no pagar el peaje?