EL Principado aprecia el respaldo dado por Ovidio Sánchez para negociar la financiación autonómica sobre la base de la multilateralidad de la negociación, la suficiencia de los recursos y la solidaridad entre territorios. Es importante que los dos partidos mayoritarios compartan los mismos criterios antes de empezar la discusión entre el Gobierno central y las comunidades. Asturias debe tener una sola voz a la hora de defender las especificidades de nuestra región, que tienen que ver con el envejecimiento de los ciudadanos, el carácter montañoso del territorio y la dispersión de la población. Hay otras razones de fondo que aconsejan la unidad de criterio.

Cuando se entre de lleno en la negociación de la financiación autonómica el alineamiento político general, marcado por la dialéctica entre el PSOE y el PP, se va a romper para formar frentes territoriales de distinto color político. Los intereses de las regiones no se corresponden con las ideologías de los partidos, sino con determinadas características socioeconómicas o poblacionales. A las regiones ricas no les interesa poner el acento en la solidaridad ni en garantizar la suficiencia económica de los servicios (ya se la garantizan ellas solitas), mientras que las más retrasadas les interesa reivindicar esas cláusulas. Asturias tiene que ir al debate entre comunidades con las ideas claras y la fuerza que da el cierre de filas en la región.

La financiación autonómica es una cuestión compleja, abstrusa, que los ciudadanos no siguen con especial interés. Mucha gente considera que el Estatuto de Autonomía de Cataluña ya está aprobado y no tuvo ninguna consecuencia. Sin embargo, los aspectos más preocupantes de esa ley orgánica se van a poner de manifiesto ahora, al pretender la Generalitat que la mayor cesión tributaria reconocida en el ‘Estatut’ no sea acompañada de una mayor contribución a la solidaridad entre los territorios. En esta legislatura habrá pocas negociaciones tan complejas y con los intereses tan enfrentados como en la financiación autonómica. Asturias se juega mucho en el envite, ya que la sostenibilidad de los servicios públicos de sanidad y educación depende del modelo de financiación que se adopte.