>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

MORALES, PARDO Y SÁNCHEZ

Las dudas sobre el tipo de congreso al que se va a ver abocada la militancia asturiana del PP han quedado disipadas con la presentación de la candidatura de Juan Morales a la Presidencia del partido. Frente a la perspectiva de un congreso de continuidad, con la figura de un nuevo secretario general, Fernando Goñi, como ejemplo de renovación, se ha impuesto la realidad de dos candidaturas, que reflejan mucho mejor la división de opiniones que hay en la organización. Era muy difícil de admitir que hubiera unanimidad sobre Ovidio Sánchez, cuando el propio presidente regional del partido considera acabado su ciclo electoral. El descontento con la actual dirección del partido se va a poder medir en el congreso.
Una vez que Gabino de Lorenzo anunció su repliegue sobre Oviedo, la batalla del PP quedó circunscrita a tres personalidades: Ovidio Sánchez, Pilar Fernández Pardo y Juan Morales. Como el que manda tiene en sus manos el aparato del partido, Ovidio Sánchez tejió su red de alianzas con Oviedo y Avilés, como principales pivotes. Y a partir de ahí se dispuso a esperar.
Entre los críticos se puso de manifiesto la desunión y la falta de perspectivas. Diputados como Emilio Rodríguez y Luis Peláez, muy activos cuando Alicia Castro amagó con dar la batalla orgánica, no tardaron en volver a la órbita del oficialismo. Por su parte, Pilar Fernández Pardo realizó unas duras declaraciones a la vuelta del congreso nacional, culpando a Ovidio Sánchez del bajo perfil de la delegación asturiana por haberse ausentado de la cita congresual para asistir a una celebración familiar. Una acusación a medio camino entre el ataque personal y la crítica política, que parecía el arranque de una lucha por la Presidencia del PP.
Estrategia
Tras la primera andanada contra Ovidio Sánchez, la líder gijonesa guardó un escrupuloso silencio, sólo roto con la asistencia a la última reunión de los críticos en Perlora. En medio de una gran expectación por la presentación de posibles candidatos alternativos, Pilar Fernández Pardo se desplazó a Perlora rodeada de sus principales colaboradores, para acabar abandonando la reunión ante la escasa disposición de los seguidores de Juan Morales a apoyar una candidatura encabezada por ella. ¿Cuál era la estrategia de la presidenta gijonesa?
La crítica inicial a Ovidio Sánchez le dificulta para mantener la Vicepresidencia en el partido, y la pasividad posterior le ha llevado a jugar un papel subalterno con respecto a Juan Morales. Es cierto que la organización gijonesa tiene mucho que decir en el congreso, porque será cortejada por los dos candidatos, pero no tiene opciones de encabezar nada. Lo lógico es que la gente de Pilar Fernández Pardo dé su apoyo a Juan Morales, pero no cabe el reparto de papeles (la Presidencia del partido para Morales y la candidatura autonómica para Fernández Pardo). En caso de producirse un relevo en la presidencia del partido habrá un nuevo liderazgo con todas las consecuencias. Cualquier otro apaño no duraría ni quince días.
La misma indefinición afectó a Pilar Fernández Pardo en la pasada campaña de las elecciones generales, cuando aceptó ir en tercer lugar en la lista de Gabino de Lorenzo, para quedar desdibujado su perfil en la campaña y ver, luego, cómo sufría el PP una dolorosa derrota en Gijón por la estrafalaria actuación de Gabino. Es muy importante tener claros los objetivos, que pueden ser el acta de diputado o el liderazgo regional, pero hay que establecer un plan para llegar a ellos, porque en caso contrario el paso del tiempo deja al político sin cartas en la mano.
Riesgo
Juan Morales no arriesga nada, porque del congreso saldrá como presidente o como referencia de los críticos. De quedar cruzado de brazos, su futuro político sería el mismo que el de cualquier afiliado anónimo del PP. El hecho de haber dado un paso al frente es positivo para la organización, porque los descontentos con Ovidio no tendrán disculpa para quedarse en casa.
El déficit de Juan Morales está en su discurso, centrado únicamente en cuestiones orgánicas. Morales no ha dicho nada del abandono del PP de la reforma estatutaria, uno de los mayores errores parlamentarios de este partido en la etapa autonómica, o del papel penoso jugado por Ovidio Sánchez en las elecciones generales, el mayor traspié del partido en los últimos nueve años.
Abrazos
Frente a los críticos, Ovidio Sánchez mantiene su candidatura apoyado en el aparato, el grupo parlamentario y las principales juntas locales, con la excepción de Gijón. Le va a tocar un papel que no le gusta, porque Ovidio Sánchez vence a los rivales con abrazos, integrándolos en su candidatura, y esa baza ya está agotada con Juan Morales.
Para cualquiera que haya seguido la carrera política de Ovidio Sánchez, desde el año 1983, en que debutó como concejal del Ayuntamiento de Oviedo con treinta años, estará claro que su objetivo siempre es ganar tiempo. Aunque los descontentos le acusan de querer acumular cargos, eso en Ovidio es secundario, lo más importante es firmar compromisos por cuatro años. Por eso no le desmoralizan las derrotas electorales. La victoria sobre los críticos le daría una autoridad superior a la ganada por la vía de los abrazos.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


octubre 2008
MTWTFSS
  12345
6789101112
13141516171819
20212223242526
2728293031