Para mañana martes ha citado el vicepresidente, Manuel Chaves, a Pedro Castro, presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP), con el objeto de negociar la financiación local. Una vez alcanzado el acuerdo sobre el modelo de financiación autonómica, el Gobierno abre el melón de las cuentas municipales.

Hace más de un año, los ayuntamientos pidieron 7.000 millones de euros al Ejecutivo, a modo de adelanto antes de fijar un nuevo sistema de financiación, pero no obtuvieron respuesta. La cantidad reclamada proviene de las llamadas, “competencias impropias” (competencias que prestan los ayuntamientos, cuya titularidad recae sobre las comunidades autónomas, pero que gestionan los consistorios ante la pasividad de los gobiernos regionales). Más allá del adelanto exigido al Gobierno está la pretensión de los alcaldes de contar con un porcentaje fijo en la recaudación de los grandes impuestos (IRPF, IVA) para costear los gastos e inversiones. Los ayuntamientos aspiran a explotar el filón abierto por las comunidades autónomas.

En el primer semestre del 2009, los regidores concedieron una tregua al Gobierno y dejaron de presionar por el mal estado de sus finanzas. Hasta entonces hacían llamamientos angustiosos de ayuda, dando a entender que estaban al borde de la suspensión de pagos, como ha sucedido con algún consistorio andaluz. La razón del cambio de postura estuvo en el Plan Estatal de Inversión Local, que llevó a cabo el Gobierno con 8.000 millones de euros. Algún presidente autonómico quedó defraudado al ver que la iniciativa gubernamental no se gestionaba a través de las comunidades autónomas. Es normal que los alcaldes estuvieran contentos con la propuesta de Zapatero, porque aparecieron ante el vecindario como la principal agencia de empleo del país, pero nunca entendí que se aplacara su sed de nuevos recursos, ya que el plan de Zapatero no mejoraba la financiación municipal.

Para el próximo ejercicio, el Gobierno anuncia un nuevo plan de inversiones, centrado en medio ambiente y nuevas tecnologías, y respaldado por 5.000 millones de euros. Los ediles están encantados con el nuevo plan, pero ya no aceptan más dilaciones y quieren mejorar sustancialmente sus fuentes de financiación para contar con más recursos y ser más autónomos. Mañana empieza la negociación.