Lo que más llama la atención de la entrevista de Álvarez-Cascos, que hoy se publica en estas páginas, es que el presidente de Foro deja reducido a nivel de “propuesta” su abandono del cartel electoral. Como todas las informaciones que habíamos tenido hasta ahora venían dadas por miembros de la dirección regional que se habían reunido con el líder de Foro, la conclusión que habíamos sacado era otra muy distinta, al dar por hecho la retirada de Cascos de la batalla electoral. Puede parecer una cuestión de matiz, pero no lo es, ya que está en manos de los afiliados de Foro hacer otra propuesta en un sentido opuesto, pidiendo que encabece la candidatura. Si Cascos propone y la mayoría dispone, si se cumple la fórmula de compromiso militante, “estoy siempre a disposición del partido”, el sentimiento luctuoso que exteriorizaron estos días los cuadros de Foro no tiene mucho sentido, ya que está en su mano llevar a Cascos al próximo Parlamento. ¿Está dispuesto Cascos a rectificar a petición de la mayoría del partido?

En la entrevista desarrolla la problemática de la renovación, una operación que deben acometer todos los partidos para que la “política asturiana no se convierta en un mausoleo”. En caso de no hacerla se facilitará la entrada masiva de Podemos en la Junta General del Principado. Esas dos consideraciones de Cascos las podría firmar cualquier observador de la política asturiana, pero no es nada fácil llevar a cabo la renovación en una región donde se producen más cambios entre los electores que entre los elegidos. Javier Fernández y Gaspar Llamazares estaban en cargos públicos en el año1991, y desde entonces no dejaron de cobrar de los presupuestos públicos. Mercedes Fernández, más joven que ambos, lleva más tiempo en las instituciones públicas. En 1983, ya era concejal de Gijón, luego obtuvo escaño en el Congreso de los Diputados, más tarde delegada del Gobierno, posteriormente fue síndica en el Principado, vuelta al Congreso de los Diputados y feliz desembarco en la Junta General del Principado. Treinta y dos años de sacrificios por los asturianos. No es nada fácil levantar a los representantes de las poltronas.

El planteamiento de Cascos es sólido, pero el momento en que lo plantea lo convierte en frágil. A tres meses de las elecciones, fabricar un sustituto o sustituta es algo muy fácil de realizar por el aparato del partido, pero de difícil convalidación por la sociedad.