Dolores de Cospedal señaló a Ciudadanos como el gran obstáculo para que el PP gane las elecciones. La secretaria general hace propaganda gratuita de una candidatura competidora, bastante desconocida en Asturias, y que tiene como principal referente al número dos de la lista, Ignacio Prendes, al que todo el mundo asocia con UPyD. La principal colaboradora de Rajoy maneja encuestas fiables, así que sus manifestaciones suponen un indudable respaldo para la gente de Ciudadanos. A ver si uno de estos días invitan a la presidenta manchega a tomar un café.
Tras la de cal, De Cospedal dio la de arena, al afirmar que el PP no tenía una candidata (Mercedes Fernández) que militara en el Partido Socialista hace cuatro meses. Una alusión tácita a Nicanor García, jefe de filas de Ciudadanos, que el pasado otoño todavía tenía carné socialista en la cartera. Con ese dardo, la secretaria general se adentra en terreno peligroso, porque si bien es cierto que Nicanor García era militante de base del PSOE, Mercedes Fernández negociaba y aprobaba los presupuestos regionales del presidente socialista, Javier Fernández, en las mismas fechas. Más significativo que tener un carné es utilizar los escaños de la oposición conservadora para evitar un fracaso parlamentario del PSOE. Gracias a Mercedes Fernández, el presidente socialista evitó la soledad parlamentaria en que le había colocado la ruptura del pacto con IU y UPyD. Si el mandato suponía una cruz para el presidente asturiano, Cherines supo hacer de Cirineo, dando prueba de una extrema generosidad que nunca tuvo con otros partidos de su espectro político.
Si Dolores de Cospedal no estuvo muy afortunada a la hora de criticar a los rivales, Mercedes Fernández no se anduvo a la zaga al afirmar que llegó la hora del centro-derecha vertebrado en torno al PP. Parece increíble que Cherines diga cosas así. Vamos a ver, el 22 de mayo de 2011, el centro-derecha obtuvo en Asturias una votación histórica, 26 escaños, bastantes más de los que va a cosechar ahora. Los asturianos le dieron ese apoyo, pero los diputados del PP prefirieron pactar con el PSOE la mesa del Parlamento que coaligarse con las huestes de Cascos. Posteriormente, el 25 de marzo de 2012, el centroderecha renovó la mayoría absoluta (23 escaños), pero Cherines apostó por la desvertebración del bloque conservador-liberal, y el PSOE retornó al poder. No es una opinión, es historia.