En la noche electoral, Wenceslao López, secretario general de la Agrupación Municipal Socialista Ovetense (AMSO), manifestó que apoyaría a Ana Taboada, candidata de Somos Oviedo (Podemos), para ganar la Alcaldía de Oviedo. Entre las seis concejalías de Somos Oviedo, las cinco socialistas y las tres de IU, la izquierda ovetense se haría con la Alcaldía de la capital que lleva 24 años en manos del PP. Una propuesta generosa, realizada por un dirigente inequívocamente de izquierdas, como es Wenceslao, pensando en los intereses generales de Oviedo. Un día más tarde, los estrategas del socialismo asturiano, retoman el ofrecimiento de Wenceslao López, y vinculan la posible entente ovetense al ansiado pacto gijonés. Los mandamases del socialismo regional aceptan hacer a Ana Taboada alcaldesa carbayona, si Xixión Si Puede e IU, convierten al concejal José María Pérez en alcalde. El pacto de las dos ciudades. Los jefes del PSOE insinúan que el acuerdo de las dos ciudades lubricaría las relaciones del Principado con Podemos.
La propuesta del PSOE, bajo una cierta apariencia de normalidad y sensatez, es un traje a la medida de los intereses del partido. En la FSA no sienten ninguna emoción especial por desplazar a Iglesias Caunedo de la Alcaldía de Oviedo. Al contrario. El pacto profundo SOMA-PP, que permitió el triunfo de Gabino de Lorenzo sobre Antonio Masip, en 1991, dio paso a un reparto territorial de poder: el Principado para el PSOE y el Ayuntamiento de Oviedo para el PP. Por razones de espacio no voy a desarrollar todas las consecuencias que de ahí se derivaron, alguna de ellas sumamente jugosa. Desde entonces, los socialistas en vez de oponerse al alcalde conservador de la capital, fueron los garantes de su estabilidad. Ahora, la aritmética le falló a Iglesias Caunedo, y como Wenceslao López no es afín a los dirigentes de la FSA, surge una propuesta incontrolada.
Con Gijón ocurre justo lo contrario. Es la joya de la corona del PSOE, como la EMA es la joya de la corona del Ayuntamiento. Hay que recuperar el poder, cuanto antes y como sea. La única forma de convertir los siete concejales obtenidos en las urnas, en los catorce de la mayoría absoluta, pasa por implicar a Podemos en el juego del poder territorial. El Principado queda fuera del trueque. Los de la Madraña que se hagan con la Alcaldía y los de Xixón Sí Puede que pongan los votos. Desde la cima del monte Naranco se divisa El Musel, entre la niebla.