Pese a las críticas prodigadas por Podemos e IU a su propuesta de pactos, Javier Fernández insiste en que hay margen para consensuar políticas de izquierdas. El presidente en funciones dice que tienen que entenderse los tres grupos para alcanzar acuerdos de progreso.
¿De qué está hablando Javier Fernández? Dudo que se refiera al Principado, porque ya señaló que desea gobernar en solitario a través de acuerdos puntuales. Un gobierno socialista tendría más alternativas de apoyos en la Junta General del Principado que en la anterior legislatura. La vuelta de Gaspar Llamazares pone el contador a cero con el PSOE. El dirigente de IU insistió en la campaña electoral que el reto del próximo mandato consiste en gestionar la pluralidad. Por su formación y visión de la política, Llamazares es un hombre de acuerdos y seguro que siente temor a trabajar en un Parlamento disgregado, caja de resonancia de planteamientos particularistas. Ciudadanos es el grupo que antes pronuncia la palabra “pacto”, así que no será difícil llegar a acuerdos con él, aunque tengan contenido parcial. El PP siempre está ahí, como el extintor en la urna de cristal, siempre dispuesto a salvar al Gobierno socialista de las llamas. Entre esos tres grupos suman 19 escaños, con sus tres ofertas de izquierda, centro y derecha, que Javier Fernández sabrá administrar. Con Foro no valen los trucos, por esa vía no le llegarán balones de oxígeno al futuro gobierno. Queda Podemos, un partido que atrae todas las miradas. Aunque es pronto para afirmarlo, creo que Podemos, con sus distintas corrientes internas y cruzadas estrategias, quiere representar el papel de David, con la honda en la mano, dispuesto a derribar a Goliat. Confianzas las justas.
Cuando Javier Fernández dice que es necesario alcanzar acuerdos de progreso está con la mente puesta en los ayuntamientos. En la Junta General del Principado habrá acuerdos, unos de progreso y otros de regreso, pero acuerdos. Con aprobar un par de presupuestos ya hizo el mandato. Esa fue la media de trabajo en la pasada legislatura. Otra cosa son los ayuntamientos. Se juega la pérdida de un aliado en el Ayuntamiento de Oviedo, el segundo mandato de Foro en Gijón, y las alcaldías de Mieres y Langreo para IU. El famoso poder territorial socialista se tambalea. Por eso es preciso vender la mercancía de los acuerdos de izquierda, para recuperar posiciones con la coartada de la ideología.