La FSA ha dado a conocer un documento que llevará a la negociación con Podemos e IU para llegar a un acuerdo de cara a la sesión de investidura. Se trata de dieciocho puntos que vendrán recogidos en el discurso de Adrián Barbón en dicha sesión. Se nota que el documento está enfocado a lograr la adhesión de Podemos. En el primer punto se habla de la «aprobación, por parte del Gobierno de España, del Estatuto para las industrias electrointensivas y la defensa del arancel ambiental». Es curioso que la primera propuesta verse sobre algo que no está entre las competencias del Principado, sino en manos del Estado. Hace unos días, Lorena Gil, portavoz de Podemos, reclamaba a Barbón información sobre los planes del Gobierno central para Asturias. La contestación está en el texto de la FSA, al asumir que la actuación más urgente que se espera del Ejecutivo de Pedro Sánchez es la defensa de las grandes factorías de la región.
En otro apartado se habla de «blindar los sistemas de protección: educación, sanidad y bienestar social». El blindaje por ley de servicios públicos es una novedad programática de la izquierda en España desde que Podemos es una fuerza parlamentaria. Imagino que la propuesta colmará de satisfacción a los diputados podemistas. Otra cosa es que lo que se blinda por ley se desarma por otra ley. Nada hay irreversible en política. Si se quieren buenos servicios públicos hay que ir por otra vía, logrando una economía competitiva que cree empleo de calidad, lo que redundará en una mayor recaudación fiscal que es la única garantía de las prestaciones sociales. En ese ámbito las leyes no pasan de ser un recurso retórico. La Constitución dice que «todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada», y cuatro décadas después de aprobarla hay 40.000 personas sin hogar en España y 3,6 millones habitan viviendas inseguras y 5 millones viven en viviendas inadecuadas.
La FSA declara que «Asturias será un dique de contención frente a la extrema derecha y su programa de involución para eliminar los derechos y conquistas de las mujeres». No creo que Lorena Gil, Daniel Ripa y compañía puedan escribir un párrafo que conecte mejor con los ideales de su gente. Si en la noche de elecciones andaluzas, Pablo Iglesias hablaba de una «alarma antifascista», ahora desde el Principado se recoge el guante. El documento dice muchas otras cosas, pero con las aquí expuestas queda claro que el texto de los socialistas sintoniza con el partido morado.