Cita en Mieres del socialismo asturiano en el homenaje a Manuel Llaneza (hay tres días en el año que relucen más que el sol: Rodiezmo, La Camperona y el día del Fundador). Estuvieron presentes los dirigentes de la FSA, miembros del Gobierno y otros cargos públicos, como el presidente de la Junta General del Principado y la delegada del Gobierno. También participó la cúpula de la UGT (Pepe Álvarez y Mariano Hoya). Un día marcado en el calendario del socialismo, en su doble vertiente sindical y política, como corresponde a la figura homenajeada. Hace quince, veinte o treinta años, la intervención estelar de la jornada era la de José Ángel Fernández Villa, a la sazón, secretario general del SOMA, que en su discurso lanzaba veladas críticas o amenazas al Gobierno asturiano, con el que compartía ideología y militancia. Todo formaba parte del teatro de la política regional, con un reparto de papeles pactado, aunque eso no quiere decir que las flechas no estuvieran untadas en veneno. Para entendernos, allí se escenificaba la jerarquía interna de los socialistas, así que secretarios generales de la FSA, presidentes del Principado, consejeros, alcaldes, etcétera, debían escuchar con semblante contrito y abstenerse de realizar la más mínima declaración -ese día y los siguientes- que pudiera tener la apariencia de una réplica.
El líder máximo hace años que se convirtió en el innombrable, por excelencia, de la escena pública asturiana, así que la fiesta sigue la clásica liturgia, pero en tono menor. Muy menor. Tanto es así que la intervención más sustancial en Mieres la hizo Adrián Barbón, antes del acto, al volver a dudar del compromiso de Diego Canga, candidato del PP a la Presidencia del Principado, con el escaño que logre en las elecciones: «Imagínese usted la incógnita que supone votar a alguien sospechando que el 29 de mayo se vaya a ir». Se refiere al supuesto de que el PP no gane las elecciones del 28 de mayo y ocupe los escaños de la oposición.
Al margen de la indudable intención electoral de Barbón, el asunto es, objetivamente, relevante. No se puede ir a las elecciones sin despejar esa incógnita porque supone darles muchas bazas a los rivales. El candidato del PP debe decir, con claridad, si vino a la política asturiana para quedarse o si está de paso. Como el candidato socialista lleva meses extendiendo la duda, no le queda otro remedio a Diego Canga que decir lo que va a hacer en el caso de que sea derrotado en los comicios. Con una simple frase zanja la cuestión.