Empieza un curso escolar atípico, con dos modelos de educación compitiendo en el mapa autonómico. El 70% de la población escolar (5,8 millones de alumnos) habita en las regiones gobernadas por la derecha y en ellas no regirán los aspectos más rupturistas de la ley Celáa, la LOMLOE, como es la posibilidad de promocionar de curso con un número de asignaturas suspensas indeterminado, si el equipo docente considera que es mejor para el alumno seguir con sus compañeros que volver a estudiar la materia. Entre las propuestas transgresoras de la LOMLOE está dar títulos con asignaturas pendientes. Volverá a haber calificaciones numéricas, en vez de literarias. En Madrid, Murcia, Andalucía o Galicia ya han planteado en el currículo intensificar el estudio de la Historia de España. En Valencia están elaborando una norma que sustituya a la actual ley que regula el plurilingüismo. Tendrán que cambiar la evaluación, porque con la nueva ley los profesores no saben cómo evaluar dada la enorme complejidad de los criterios.

El avance de la derecha en los comicios autonómicos va a crear una situación nueva en la Conferencia Sectorial de Educación, donde la ministra de Educación, Pilar Alegría, estará en minoría. Las doce autonomías coaligadas tendrán capacidad de veto. Los únicos aliados de la ministra serán los consejeros de Asturias, Castilla-La Mancha y Navarra. Por cierto, en Navarra acaban de bajar la ratio en la Educación Infantil a 20 alumnos.

El curso en Asturias comienza con programas, planes y proyectos de todo tipo. Como otras veces ya hemos hablado bastante de las cuestiones negativas, voy a destacar una novedad que para mí es una absoluta sorpresa: el Principado ha puesto en marcha un novedoso programa de detección de las altas capacidades que ha encontrado en el primer curso de Primaria a 280 alumnos con estas características. Con los métodos tradicionales se detectaron en el curso anterior la octava parte de alumnos superdotados. Hace falta buscar bien para poder encontrar. Hasta la fecha, el Principado nunca había prestado atención a esta problemática. La atención se había volcado siempre en alumnos que presentaban dificultades de aprendizaje. La línea ahora emprendida es un rotundo acierto, que conlleva la tarea de adaptar el currículo a la altura de sus potencialidades. Se habla muchas veces en el mundo de la empresa y en el deporte de buscar talento y resulta que los tenemos ahí sentados en los pupitres, aburridos, esperando que alguien les excite la mente.