Nuevo ‘Encuentro en el Eo’ entre los presidentes del Principado y la Xunta de Galicia. No digo que sean reuniones informales, pero da la apariencia de que no hay una agenda cerrada de asuntos a tratar. Adrián Barbón y Alfonso Rueda se mostraron partidarios de mantener la alianza que tienen. Ya hay una serie de temas sobre los que hay una total coincidencia, como el desarrollo del ramal del noroeste en el Corredor Atlántico, la crisis demográfica o el modelo de financiación autonómica. Son tres cuestiones de naturaleza diversa, pero de máxima importancia para los intereses de ambas regiones.
Junto a esos asuntos surgieron otros de menor interés, pero ambos presidentes pusieron la mejor de las voluntades para tener, igualmente, una postura conjunta sobre ellos. Me refiero, en primer lugar, a los pisos turísticos. Alfonso Rueda dijo que no representaban un problema para el sector hotelero, sino para los vecinos. Esa afirmación puede ser cierta para barrios concretos de Barcelona, como la Barceloneta, donde hay 600 pisos turísticos, con gente durmiendo por la calle, etcétera, pero en Galicia y Asturias las quejas provienen, fundamentalmente, del sector hotelero, que se encuentra con un nuevo agente en el mercado para el que no estaba preparado, porque ofrece unos precios más competitivos para determinados consumidores, como son familias o grupos de turistas de cuatro o más miembros. Rueda dijo que las dos regiones debían ir en este tema al unísono, porque si en Asturias hay barra libre y en Galicia la norma es restrictiva la situación sería ingobernable. Bueno, lo único que pasaría es que parte de los turistas abandonaría Galicia y vendría a Asturias. Proponen, ambos, acotar el número de pisos turísticos, una medida que originará una caída de la inversión en la construcción.
El otro tema nuevo del encuentro fue la defensa de la energía eólica marina. En los meses anteriores a los comicios autonómicos, Barbón dijo, repetidamente, que la autorización de los campos eólicos marinos estaría supeditada a la compatibilidad con la pesca. En la cita del Eo abogó por abrir el debate juntos y pedir a todos los partidos que «dejen el cortoplacismo». Imagino que como las promesas electorales vinculan, habrá que convencer a los pescadores. Los dos presidentes creen que la eólica marina rebajará el coste de la energía para la industria. No es tan directa la relación; lo que si rebaja el coste del suministro eléctrico son las subvenciones del Estado, como hacen en Francia y Alemania.