El Partido Popular, aprovechando la mayoría absoluta que tiene en el Senado, va a tramitar una proposición de ley para eliminar el Impuesto de Sucesiones. Es obvio que el objetivo no es otro que abrir un debate sobre el fisco y las herencias, dada la impopularidad del tributo. España es el país de Europa que tiene el tipo marginal más alto en Sucesiones, seguido de Bélgica y Francia. Y dentro de España, Asturias está a la cabeza de las regiones donde más se grava. La tendencia general es a dulcificar la tarifa. Hay ocho comunidades autónomas, entre ellas las más cercanas a Asturias (Galicia, Castilla y León, Cantabria y País Vasco), donde prácticamente no se paga en las herencias padre-hijo.
Los distintos gobiernos socialistas asturianos siempre sufrieron las críticas de la oposición por mantenerse en sus tesis. Recuerdo a Dolores Carcedo, consejera de Hacienda en los gobiernos de Javier Fernández, que decía que no pagaba casi nadie, y que el motivo de rechazar herencias (somos la región con mayor número de renuncias a herencias, sobre 1.800 cada año) era porque había hipotecas sin pagar. Es un poco absurdo plantear que en la tercera edad (donde se dan la gran mayoría de los fallecimientos) la gente sigue pagando el piso. Adrián Barbón dijo, recientemente que en Asturias «el Impuesto de Sucesiones lo pagan los grandes patrimonios, en Madrid lo pagan el común de los mortales». En Asturias están exentos de tributar los primeros 300.000 euros. En ninguna estadística aparecen los 300.000 euros como el umbral donde a partir del cual empiezan los grandes patrimonios. En nuestra región, el Impuesto de Sucesiones lo pagan amplios sectores de la clase media, por eso hubo una manifestación de miles de personas delante de la Junta General del Principado que entregaron un documento con 108.000 firmas.
Vamos con Madrid. Tiene razón Barbón, en Asturias, una persona que hereda, por ejemplo, 200.000 euros, no paga en Sucesiones, y en Madrid, sí. Lo que no dijo el presidente es cuánto paga en Madrid. Cualquier herencia, sea cual sea la cuantía, tiene una bonificación del 99% sobre la cuota, así que por 200.000 euros se pagan 282,2 euros. Sin embargo, a partir de los 300.000 euros, en Asturias, se tributa y de qué manera: por los siguientes 56.000 euros ya se pagan casi 12.000. Como Madrid produce urticaria, fijémonos en el País Vasco, donde los primeros 400.000 están exentos y el resto tributa al 1,5%. Asturias tiene grandes atractivos, pero no es la mejor tierra para heredar.