El rector de la Universidad de Oviedo hizo una larga reflexión sobre el futuro que le aguarda al ‘alma mater’, con el telón de fondo de la Universidad Europea que se ubicará en Gijón. Ignacio Villaverde dice que «vienen tiempos difíciles», pese a los avances de los últimos años: la Universidad está saneada; capta alumnos extranjeros; tiene un plan de infraestructuras definido, que permite en el campus de Llamaquique (Oviedo) liberar el doble de espacio para la actividad docente; y se puso fin al atasco en el área de investigación. Pese a todo ello, el rector está preocupado porque han vuelto a activarse las reglas de la estabilidad presupuestaria, lo que significa menos disponibilidad de recursos. Me permito recordar que la Universidad de Oviedo ha optado por rebajar al máximo el precio de la matrícula en grados y másteres. Más que los rectores, fueron los gobiernos los que siguieron esa política. Recuerdo una negociación presupuestaria en la que Podemos tenía como principal reivindicación bajar la matrícula, de media, 400 euros. Suponía renunciar a ocho millones; una bagatela, vamos.
En su día, el rector se mostró satisfecho del contrato-programa firmado por la institución con el Principado. En la ceremonia de inauguración del curso, el presidente del Principado volvía enfatizar que suponía garantizar a la Universidad mil millones de euros para seis años. Pues bien, ayer nos recordaron que el contrato-programa supone una financiación inferior para la actividad universitaria de la que había en 2009, con Vicente Gotor de rector y Álvarez Areces de presidente.
La reflexión de Villaverde se volvió pesarosa cuando aludió a los «nuevos competidores», que no son otros que las universidades privadas, con la Universidad Europea como principal referencia. Hay que prepararse ante «el deslumbramiento que pude provocar la oferta privada». El rector pintó una línea roja: «Los fondos públicos van para la Universidad pública, no para la privada». En la enseñanza no universitaria, las comunidades autónomas conciertan con los colegios privados y el resultado es excelente (el último Informe Pisa reflejó que la red concertada asturiana está por encima de la pública y la concertada del resto de comunidades autónomas). Los fondos públicos los ponemos los ciudadanos, que siempre salimos ganando con una oferta plural. Una advertencia: las altas notas de corte en las universidades públicas llenan las aulas de las universidades privadas. Véase Medicina en Madrid.