Debate en la Junta General del Principado sobre la problemática de los migrantes menores de edad no acompañados. Un tema urgente, delicado y de difícil solución sin la implicación de todos los países de la Unión Europea. La crisis migratoria, iniciada hace dos años, cuando la ruta de Canarias empezó a ser la más utilizada para viajar de África a Europa, hizo que el año pasado llegaran de forma irregular más de 46.000 migrantes, siendo casi 6.000 los menores de edad no acompañados que están tutelados por la Comunidad Autónoma de Canarias. Tras una interminable trifulca política, el Gobierno aprobó un decreto ley, pactado con Junts, donde se concreta el reparto: Madrid será la región que más acogerá, 806; Cataluña la que menos, 26. A Asturias le toca tutelar a 151 menores. La competencia sobre las tutelas es de de las comunidades autónomas y el Gobierno no consensuó con ellas el reparto, con la excepción de Cataluña, siempre que demos por bueno que Junts la representa.
En este asunto, como en tantos otros, la política asturiana se mueve en otras coordenadas. Marta del Arco, consejera de Derechos Sociales y Bienestar, manifestó que «Asturias es una comunidad solidaria y acogerá a todos los menores que pueda». Así se habla, nada de cifras, bastan los deseos. La consejera sabe, por razón de su cargo, que en la región hay 101 plazas y están todas ocupadas. Todavía no ha reparado en que Cataluña con un presupuesto seis veces mayor que el Principado, acogerá solo a 26. Para decirlo todo, en Cataluña, en los dos años de crisis migratoria, sólo crearon cinco plazas para menores no acompañados procedentes de otros países. El racismo le lleva a los independentistas catalanes a evitar, por todos los medios, que se asiente gente de fuera, no vaya a ser que dentro de unos años haya muchas más familias pidiendo que se eduque a sus hijos en castellano.
Como al Gobierno de Pedro Sánchez no se le puede contradecir, la consejera tira de voluntarismo al proponer hacer una campaña para promocionar que las familias acojan a los menores no acompañados. Así se solucionan los problemas de Estado. En el Parlamento advirtió: «Cuando me preguntan si todos los menores tutelados se pueden adoptar, digo que no; pero acoger, se pueden acoger todos». Acoger o adoptar es algo más que una cuestión legal. Me gustaría saber cuántos miembros del Gobierno, incluida Del Arco, van a acoger a menores no tutelados. Si fuera todo tan bonito, no entiendo cómo Asturias tiene la tasa natalidad más baja de Europa.