La empresa constructora Sedes es un ente semipúblico (60% de los títulos están en manos del Principado y el 40% restante es propiedad de Unicaja) que ha creado múltiples problemas a los distintos gobiernos regionales por su situación económica (deudas, impagos, pérdidas, etc.), siempre al borde del precipicio. Se creó en 1947, uno de los años en que la economía española estaba más atascada, con problemas graves para alimentar a la población. Sedes se dedicó, desde entonces, a la promoción y construcción de viviendas, habiendo llegado a una situación penosa, como se ve en los últimos once ejercicios, donde sólo en tres tuvo beneficios. Desde el año 2013 acumuló pérdidas por valor de 34,6 milllones de euros. Tiene una deuda de seis millones con Unicaja y de 3,1 millones con proveedores que está pagando al vender activos en Oviedo, Cudillero, Colombres. Para evitar el concurso de acreedores ha logrado aplazar el 65% de los pagos a acreedores, habiendo resarcido al 35% restante con un crédito de 2,3 millones concedido por Unicaja y avalado el 60% por el Principado. El plan de Ovidio Zapico, consejero de Ordenación del Territorio, Urbanismo, Vivienda y Derechos Ciudadanos, consiste en que el Principado se haga con el 100% de la constructora, comprando a Unicaja su parte, con el objeto de que se convierta en un ente auxiliar de la Empresa de la Vivienda (Vipasa), para realizar reparaciones urgentes o asumir licitaciones que quedan desiertas. A corto plazo, Sedes tiene un problema pendiente de resolver que son los seis millones que le debe a Unicaja por los préstamos concedidos ¿Qué decir de todo esto?
Las distintas premisas del problema parecen sacadas del teatro del absurdo, porque aquí los acreedores son los mismos que piden crédito para pagar a otros acreedores y aplazan los pagos a unos terceros acreedores. Todo se lo guisan y se lo comen el Principado y Unicaja. Supongo que Unicaja se sentirá más o menos tranquila al saber que detrás de todo está el Principado que no dejará caer a una empresa semipública, porque tiene 45 trabajadores en nómina. También creo que este ‘muerto’ a Unicaja le viene de la época brillante de las cajas de ahorro, donde el consejo de administración estaba formado por políticos. Al tratarse de Sedes, pienso en Cajastur.
No existe un plan de viabilidad para Sedes, sólo hay propósitos de políticos que aprueban créditos o condonan deudas con pólvora ajena. Por eso quieren que Sedes acuda a licitaciones que quedan desiertas. Así crecerá su pasivo.