Se cumplen dos años de la apertura de la variante de Pajares. Es la infraestructura de transporte por excelencia de Asturias, por su dimensión histórica, al estar realizada con el mismo objetivo –alcanzar la meseta– y antecedida de las mismas controversias que su precursora, la rampa de Pajares, finalizada en 1882. La inauguración de la variante de Pajares llegó con un retraso de catorce años, pese a que los túneles quedaron horadados en el año 2009. Las tuneladoras fueron las únicas que cumplieron el trato.
Desde que entró en servicio los tráficos fueron aumentando, tanto de viajeros como de mercancías. En lo que va de año utilizaron la vía 3.300 trenes de viajeros, 400 más que en el mismo periodo de 2024; en cuanto a las mercancías, ya surcaron los túneles 4.000 trenes, 900 más que el pasado año (un aumento de casi el 25%). Si siguen creciendo los tráficos a ese ritmo, pronto habrá problemas para gestionar la red (esa es la principal causa de los retrasos e incidentes de los trenes en España en los últimos años).
En la clausura del IX Foro de Transporte Multimodal, celebrado en Gijón, el consejero del Principado, Alejandro Calvo, anunció un nuevo objetivo para las infraestructuras de transporte asturianas, la construcción de una autopista ferroviaria (reciben ese nombre los ferrocarriles adaptados para llevar los camiones cargados sobre los vagones de los trenes) entre Gijón (El Musel, la Zalia) y Valladolid. La elección de esta ciudad se debe a su carácter de nudo ferroviario, donde convergen tráficos de Francia, Portugal y Levante, aunque a largo plazo podría la autopista ferroviaria continuar hasta Madrid. En 2022, cuando se diseñó un plan de autopistas ferroviarias, Asturias quedó excluida (no estaba terminada la variante de Pajares), pero ahora estamos en otra situación. La tarea no es menor porque hay que aumentar la anchura y la altura de los túneles. La pretensión del Principado es una manera de estar conectados al Corredor Atlántico y acceder también a los tráficos del Corredor Mediterráneo, provenientes de Valencia.
Las autopistas ferroviarias parecen una infraestructura hecha a la medida de los afanes medioambientales de la Unión Europea, porque reducen el tráfico de camiones (se evitan emisiones de CO2) que se utilizan para el traslado de la carga desde los puntos de origen (puerto de mar) y destino (fábrica o centro de consumo). En EE UU, el país con la mayor red ferroviaria del mundo (250.000 kilómetros), las autopistas ferroviarias fracasaron.