>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

EUROPA, ASTURIAS Y LOS IMPUESTOS

Las primeras entrevistas del Gobierno de coalición con la oposición de derechas (PP) y la izquierda radical (Tomé) para negociar los presupuestos de 2026, admiten dos lecturas. Una tiene que ver con el meollo de la negociación y la probabilidad de que el proyecto de presupuestos sea aprobado. La otra está relacionada con las particularidades de la política regional en su sentido más amplio: las preocupaciones y pretensiones de nuestros gobernantes que, tras décadas de política uniforme, se han aislado de lo que ocurre en nuestro entorno. Vamos con la primera.

En la ronda de contactos, el asunto más destacado, casi único, fueron los impuestos. En el encuentro entre PSOE y PP, el líder de este último partido, Álvaro Queipo, sólo preguntó al Gobierno por las hipotéticas subidas o bajadas de impuestos. Una vez comprobado que las rentas de más de 175.000 euros tendrán un tipo impositivo más alto, la negociación finiquitó. Antes de ello, el Gobierno le aseguró que no admitiría otras bajadas de impuestos que las que ya existen en el proyecto de las cuentas regionales.

En la entrevista de la diputada del grupo mixto, Covadonga Tomé, con el Gobierno, el único interés de la opositora estaba en las enmiendas presentadas por ella a la reforma fiscal: elevar la tributación a las rentas superiores a los 120.000 euros y en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales aplicar un gravamen del 20% a las compras de inmuebles por parte de grandes tenedores (propietarios de cinco o diez pisos, según estén en zonas tensionadas o no). Tomé y su equipo también propone un gravamen del 20% en las compras de edificios enteros. Imaginación no les falta.

Ronda
Tras la primera ronda, la situación queda así: PP descartado, Vox está vetado, Foro todavía no fue citado y Tomé es el único aliado potencial del Gobierno que le permitiría aprobar por mayoría absoluta los presupuestos. Una vez negociadas las enmiendas a la ley de reforma fiscal, Tomé anticipó que se centrará en la problemática específica de los presupuestos, con la vivienda y los servicios públicos como asuntos recurrentes.

Desde el inicio de la legislatura, la viabilidad parlamentaria del Gobierno de coalición pasa por la entente con Tomé. Se trata de algo tan sencillo como unirse los veintitrés diputados de izquierda para hacer valer su mayoría, por un escaño, sobre la derecha. En el guion no está escrito que la hegemonía de la izquierda quiebre por discrepancias. A todos les interesa que se apruebe el presupuesto. No se contemplan catástrofes.

Lo llamativo –y vamos con la segunda lectura– son las cuestiones prioritarias para unos y otros. El PP no transigió con una subida fiscal de medio punto a las rentas superiores a los 175.000 euros. No creo que el PP debiera poner la línea roja sobre ese tramo de renta y ese tipo fiscal. Hay razones de mucho mayor calado para descalificar la reforma fiscal y con ella el proyecto de presupuestos.

Las propuestas de Tomé no están hechas con la finalidad de recaudar (gravaría otras rentas), sino de penalizar a sectores de la sociedad que la izquierda radical considera hostiles: los contribuyentes con rentas de más de 120.000 euros y los tenedores de cinco o más inmuebles.

Gobierno
¿Y qué decir del Gobierno? Junto al IRPF, sólo toca el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales de refilón. Ignora Sucesiones y Donaciones o el Impuesto sobre el Patrimonio. Dentro del IRPF hace cosas rarísimas, como elevar un 0,7% el tipo en el tramo de renta de 33.000 a 53.407 euros (donde están el 45% de las bases imponibles) para que los que ganan más de 55.000 euros no se beneficien de la reforma.

Hablando de cosas raras tendría que añadir lo de la vía fiscal asturiana, un conjunto de deducciones arbitrarias que favorecen a ciudadanos que cumplen unas condiciones concretas y subjetivas, demostrando que aquí se legisla para agradar a determinados grupos sociales. La recaudación no es un fin prioritario, para asegurarla ya está la renuncia a deflactar.

Debate
Me asombra que diputados y miembros del Gobierno se abstraigan del debate fiscal que hay en Europa y sigan con sus cuitas menores.

A corto plazo la factura de inversiones y gastos es sobrecogedora: inversiones en defensa y descarbonización, carga financiera creciente por la deuda pública (mientras tengamos déficit primario, la deuda nos presionará), el tsunami del envejecimiento, las pensiones, etc.

A esta realidad hay que añadirle las particularidades fiscales que nos dañan a los españoles: con impuestos semejantes, recaudamos menos que en otros países. Conclusión: hay que ser selectivos en los gastos y pragmáticos con los impuestos.

Toca recuperar el empleo como el instrumento más efectivo para satisfacer necesidades, adquirir bienes y reducir los delitos. No se inventó otra política social mejor que el empleo.

Hay que optar por figuras fiscales que recaudan más, como son los impuestos medioambientales. Por no hablar del IVA que es como el pollo o el arroz que se consumen en las cinco partes del mundo. El IVA funciona en todos los países, con la excepción de Estados Unidos. Si no se desfigura el IVA con exenciones y variedad de tipos, es un motor de financiación territorial muy potente.

Mientras en los últimos años se han aprobado en Europa cambios significativos en el IRPF, IVA y Sociedades, nosotros seguimos en nuestro infierno fiscal discutiendo sobre cuestiones marginales.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


noviembre 2025
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930