>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

EL MAESTRO ENFERMERO

El Principado ha provocado un conflicto en la educación con la Ley de Salud Escolar, que en caso de no retirar o modificar la iniciativa puede dar paso a alteraciones en el curso. Los sindicatos rechazan algunos contenidos de la norma al establecer como obligación para maestros y profesores, «conocer y aplicar el protocolo para la atención a escolares con enfermedades que requieren atenciones específicas». La redacción puede parecer muy inocente, pero para aplicar el protocolo hay que detectar cuando un alumno requiere de esa atención concreta. Si el docente no lo advierte, puede incurrir en responsabilidad culposa.

Lo primero que habría que decir de la iniciativa del Principado es que Asturias no necesita una Ley de Salud Escolar, como tampoco necesita Ley de Salud en la Universidad o Ley de Salud en los Hipermercados. El vicio de legislar sobre todo lleva al colapso de la Administración, la ignorancia de las normas y su inaplicabilidad. En segundo lugar, los responsables de la educación en Asturias, antes de dar el visto bueno a pautar protocolos sanitarios en las aulas, deberían saber que en los últimos veinte años sobre maestros y profesores han recaído multitud de responsabilidades que antes no tenían. Ahora el docente debe ser una especie de pedagogo, psicólogo, enfermero, animador de calle, coach, etcétera. Siempre que se detecta una falla en la sociedad, se receta una dosis de escuela. La propia Consejería de Educación agobia con exigencias sobre todo tipo de cuestiones porque las necesita para acumular estadísticas inútiles. Una de las últimas incorporaciones, el protocolo de acoso escolar, coloca a los equipos directivos en un laberinto que merecería ser descrito por Kafka. Ante este panorama es lógico que los sindicatos pongan pie en pared y no acepten medicalizar las aulas.

Más de una vez se ha hablado de crear la figura del «enfermero escolar». Profesionales de la sanidad asturiana harían ese trabajo. La Ley de Salud Escolar no contempla esa alternativa. Es evidente que no se trata de un olvido, sino de evitar la contratación de más enfermeros. Una decisión como otra cualquiera, pero no puede ser a cambio de introducir al maestro en la cadena sanitaria. Le toca a la Consejería de Educación rectificar. Coger la goma y borrar las sutiles alusiones a implicar a los docentes en la atención sanitaria. Hay que acabar con la hipertrofia de llenar de tareas a los docentes, mientras nos olvidamos del principal objetivo: la transmisión de conocimientos.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


noviembre 2025
MTWTFSS
     12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930