De Lorenzo ha vuelto a la escena política para exigir que la reforma del Estatuto de Autonomía contemple el reconocimiento expreso de la capitalidad de Oviedo, advirtiendo que en caso contrario no habrá reforma porque el PP no aprobará un nuevo texto. Para dar fuerza institucional a su iniciativa, De Lorenzo la ha presentado a votación del Pleno del Ayuntamiento.

Aunque en los largos prolegómenos de la reforma estatutaria surgieron opiniones de políticos y profesores universitarios apoyando la implicación de los ayuntamientos en el proceso de cambios, el sentido común indica que las reformas normativas son competencia del Parlamento. Los alcaldes no tienen pito que tocar: va por los setenta y ocho regidores asturianos. Las propuestas del PP sobre el Estatuto deben conocerse en la ponencia parlamentaria. No tiene sentido que De Lorenzo, desde el Pleno del Ayuntamiento, se anticipe a todos y resulta estrambótico que comprometa la estrategia del grupo parlamentario del PP. La simple propuesta coloca a Ovidio Sánchez en una posición muy incómoda, como si el que mandase en el PP regional fuese Gabino de Lorenzo.

De Lorenzo asegura que está en peligro la capitalidad de Oviedo, una afirmación singular, porque ya pasaron doce siglos desde que Alfonso II el Casto trasladara la capital de Pravia a Oviedo, y nunca hubo problemas. El grupo de Gabino pide un régimen económico especial para Oviedo, por ser capital, lo que puede tomarse como una iniciativa humorística, porque cualquier urbe asturiana estaría encantada de ser la capital autonómica y ganar de esa manera empleo y visitantes. Mérida, Santiago de Compostela o Vitoria constituyen buenos ejemplos de los beneficios que aporta la capitalidad. La propuesta de Gabino llega cuando se va a cumplir un mes desde la celebración de las elecciones generales, en las que fue derrotado. Para curar el disgusto, De Lorenzo se envuelve en la bandera del localismo y quiere comprometer a todo su partido, como hacía antes del 9 de marzo, cuando su prestigio estaba intacto. La táctica de Gabino (De Lorenzo es un táctico carente de estrategia) consiste en presionar a Ovidio Sánchez antes del congreso regional. Capitalidad para Gabino y presidencia para Ovidio.