>

Blogs

Juan Neira

LARGO DE CAFE

BOCETO ELECTORAL

La última encuesta del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre intención de voto en elecciones generales confirma la tendencia mostrada desde el sondeo publicado en el mes de julio que se puede sintetizar en los siguientes rasgos: fin del bipartidismo, dando paso a una estructura de tres grandes partidos nacionales con Podemos como segunda fuerza del espectro político; ventaja neta de la izquierda sobre la derecha, con el 61% de los sufragios; inexistencia de grupos de tamaño medio; tres pequeñas formaciones, IU, UPyD y Ciudadanos.
A estos rasgos se deben añadir dos matices. Ninguno de los tres grandes partidos llega al 30% de los sufragios, así que la mayoría de investidura sólo se puede alcanzar con la formación de coaliciones o con la abstención negociada de alguno de los otros dos grandes grupos. Conclusión: si Rajoy pretende un segundo mandato, no sólo tiene que soplar para que entre más viento en las velas de la economía, sino hablar de forma pública o privada con Pedro Sánchez o Pablo Iglesias.
Segundo matiz. Los tres pequeños partidos están en fase de inestabilidad: cualquier nueva subida de Podemos en intención de voto amenaza la existencia de IU, como fuerza política autónoma; eso es lo que significan las candidaturas de unidad popular que impulsa Podemos. El estancamiento o retroceso de voto de UPyD en los comicios autonómicos y municipales forzará la convergencia con Ciudadanos para las elecciones generales, imponiéndose la lógica a la cabezonería de Rosa Díez, que como superlideresa hace de sus ambiciones personales estrategia de partido.
¿Los resultados de este sondeo en qué medida pueden ser útiles para anticipar el escenario político asturiano que saldrá de las próximas elecciones autonómicas?
FORO
Empecemos por decir que la dispersión del voto asturiano aún será mayor por la existencia de Foro, un grupo que pese al interés de los poderes de la región (institucionales y fácticos) en convertir en testimonial se va a ver favorecido por la singular estrategia desplegada por el PP en Asturias, como socio parlamentario del Gobierno socialista, y por el hábil papel jugado por la alcaldesa de Gijón, Carmen Moriyón, que pese a gobernar frente a una oposición que la duplica en número de concejales (18 frente a 9), supo llevar la nave del gobierno entre arrecifes, viendo cómo uno tras otro los tres líderes de la oposición naufragaban. Las urnas gijonesas condicionarán el voto regional. Si en mayo de 2011 el tirón de Álvarez-Cascos fue decisivo para que la Alcaldía de Gijón fuera a las manos de Foro, en mayo de 2015, la figura de la alcaldesa de Gijón, rechazada con tanta animosidad por los grupos de izquierda y adláteres, como vista con benevolencia por la ciudadanía, contribuirá decisivamente al logro de escaños autonómicos.
Otro factor que va a colaborar a una mayor dispersión del voto es la simpatía del cuerpo electoral asturiano por Podemos. En las elecciones europeas, Podemos obtuvo el 7,9% de los sufragios en España, mientras que en Asturias alcanzó el 13,6%.
PP
El tercer y último rasgo que opera a favor de la dispersión del voto es la debilidad del PP, un partido que se entiende mejor con el Gobierno socialista que el resto de grupos de izquierda, y con una organización gijonesa que ha vivido en permanente crisis, pasando por todo tipo de liderazgos, desde el puño de hierro de Pilar Fernández Pardo, hasta la anodina jefatura de partido de Ángeles Fernández Ahúja, para llegar al mandato trimestral de David González Medina y acabar con el recién elegido Mariano Marín. La alianza con el PSOE y el carnaval gijonés anulan cualquier intento por publicitar bajadas de impuestos. Lo primero, seriedad.
¿Sirven estas consideraciones para fotografiar el futuro Parlamento? Es evidente que no, pero la simple constatación del aumento de la dispersión del voto, el mayor peso de Podemos y la debilidad del PP, hacen de Asturias una de las regiones donde Podemos tiene al alcance de la mano ganar las elecciones, pese a las sacas de votos de la emigración y la televisión del bipartito que reduce el arco político asturiano al perfil de gran estadista de Javier Fernández (por cierto, vaya forma de pisar nieve para interesarse por los ochenta pueblos incomunicados: a eso se le llama estar en primera línea de fuego) y a las interesantes propuestas de Mercedes Fernández.
PODEMOS
La mera hipótesis de la victoria de Podemos contribuye a romper más los alineamientos izquierda-derecha que todos los discursos de Pablo Iglesias, Errejón y demás compañeros del claustro. Aunque el asunto merece de por sí un artículo entero, adelantemos que la primogenitura de Podemos en los comicios autonómicos imposibilitaría cualquier lectura ideológica de los escaños: jamás el PSOE apoyaría a un candidato de Podemos.
Javier Fernández ya tiene negociada una salida para el escenario de un Parlamento fragmentado a través de una alianza con el PP. El problema de esa alternativa estriba en que el resto de actores políticos también juegan, y a falta de un pulso entre derecha e izquierda en la Junta General del Principado igual vemos la novedosa dialéctica de los de abajo contra los de arriba, que aquí tomaría la forma de una alianza contra el bipartidismo. La nueva Asturias contra la vieja Asturias.

Temas

por JUAN NEIRA

Sobre el autor


febrero 2015
MTWTFSS
      1
2345678
9101112131415
16171819202122
232425262728