Homenaje a Manuel Llaneza en el cementerio civil de Mieres, uno de los tres días grandes del Soma (“Rodiezmo, la Camperona y el día del fundador”). Primera conmemoración tras ser expulsado José Ángel Fernández Villa del Sindicato Minero. El espíritu del exsecretario general sobrevoló por encima de los congregados. Cándido Méndez dijo que la referencia de UGT era Pablo Iglesias y la del SOMA, Manuel Llaneza. Se mantienen los iconos del pasado lejano, mientras los más recientes pasan de la peana a la hoguera. En coherencia con la nueva escala de valoraciones, José Luis Alperi, el sucesor de Villa, teorizó sobre el modelo de organización, donde la fuerza está en el colectivo, los personalismos son ajenos a la forma en que entiende el Soma el sindicalismo, y el liderazgo es compartido. Justo lo contrario de cómo fue hasta ahora.
Como la inmensa mayoría de las personas tienen muy desarrollado el gen del gregarismo, se entiende que la noticia sobre el patrimonio de Villa y su regulación fiscal haya causado una fuerte conmoción en las cuencas mineras y, en particular, entre las bases del Soma. Era muy fácil dejarse llevar por la psicología del rebaño y pensar que el jefe del territorio era una persona extraordinariamente abnegada, generosa, austera y desinteresada. Rota la estampa se les cae el ánimo al suelo. Esa experiencia válida para militantes, peatones y gente común no se puede extender a la cúpula del Sindicato Minero. Ni la dirección de la FSA ni la del Soma podían estar ajenas a las andanzas de Villa. No sabrían todas sus fuentes de ingresos, pero tampoco podían pensar ingenuamente que era un simple minero jubilado que vivía gracias a su pensión. El control del territorio se ejerce a través de un colectivo. Villa podría dar muchas órdenes pero otros se tenían que encargar de su ejecutarlas. Los mandamases del Soma nos podrían contar muchas cosas de su antiguo jefe, otra cosa es que quieran hacerlo.
Resulta poco presentable que los lugartenientes de Villa encabecen la política de rectificación, abriendo una campaña contra el personalismo y planteando una forma de “liderazgo compartido” (esa expresión la empleó Javier Fernández cuando iniciaba la precampaña de las elecciones autonómicas de 2011; con el paso del tiempo deduje que el liderazgo compartido consiste en la ausencia de liderazgo). El nuevo modelo de sindicato consiste en subordinar el Soma a la FSA y al Gobierno socialista.