Adrián Barbón completó la ronda de contactos con los grupos parlamentarios entrevistándose con IU y Foro. Vox tiene el mismo número de diputados que los dos anteriores, pero el futuro presidente los excluyó de la negociación. Ángela Vallina (IU) señaló que «hay un buen entendimiento y base para avanzar» y citó la igualdad, los servicios sociales, la industria y la llingua como asuntos que podrían formar parte de un pacto de legislatura. Para explicar el estado de ánimo de IU, dijo que estaban más «por investir que por embestir». Apeado Juan Vázquez del escaño, es bueno que alguien tome el relevo en el difícil arte de los juegos de palabras. Carmen Moriyón (Foro) afirmó que su partido no votará a favor de la investidura, pero serán leales para sacar adelante asuntos de interés estratégico para la región.
Tras la primera ronda, Adrián Barbón dijo que abriría una segunda con IU y Podemos por ser los que mostraron más disponibilidad para apoyarle en la investidura. IU es el socio, por excelencia, del PSOE a lo largo de la etapa autonómica. El caso de Podemos es diferente. Debutó en el anterior mandato en el Parlamento y tuvo más peleas que abrazos con los socialistas. Bien es cierto que Adrián Barbón, como todo el ‘sanchismo’, representa una opción más a la izquierda que el socialismo de Javier Fernández. No creo que Barbón llegue con Mallada a pactos como los firmados por el presidente Fernández con la presidenta del PP, Mercedes Fernández.
La novedad sobre la investidura procede de una declaración de Adrián Barbón, mostrándose dispuesto a llegar a todo tipo de acuerdos, sin descartar ninguna forma de gobernabilidad, incluido el gobierno de coalición, aunque lo considera una opción remota. Para ser presidente no necesita de pactos de legislatura, ni siquiera del voto afirmativo de IU y Podemos. Bien es cierto que Pedro Sánchez trabaja en la dirección de un acuerdo de las izquierdas para encarrilar su segundo mandato y Barbón defiende las mismas tesis que el líder federal del PSOE. Tengo dudas sobre qué es más oportuno desde la perspectiva de la estrategia del futuro gobierno. Una cosa es la investidura y otra la gobernabilidad. Barbón tiene la posibilidad de deslindarlas, pero opta por unirlas. Llegar a un pacto de legislatura con Podemos no será fácil, pero lo peor viene después. Recuerdo aquel acuerdo de Javier Fernández con UPyD e IU, que terminó por enemistarles a cuenta de la reforma electoral que habían pactado. Mejor ir paso a paso.