Alejandra Cuétara critica el nuevo modelo de financiación autonómica, producto de un pacto con ERC. La diputada del PP resalta la pérdida de músculo del Estado en el modelo de financiación, dejando en un segundo lugar del análisis el incremento de recursos (200 millones de euros) que obtiene el Principado.

Hemos analizado muchas veces, en estas líneas, las particularidades del nuevo modelo de financiación, así que la sintonía con la valoración de la diputada del PP es evidente. Asturias, como el resto de las regiones, tendrá más recursos, pero el Estado ha hecho una cesión de impuestos de enorme calado, sin que haya sido acompañada por nuevas trasferencias de competencias. Entregar la mitad del IRPF o del IVA no ha sido una ocurrencia de Zapatero, sino un simple mandato del ‘Estatut’. Es muy difícil de imaginar que el Parlamento de Cataluña haya confeccionado el articulado del ‘Estatut’ pensando en los intereses generales de España. Territorios muy dependientes, como Asturias, tendrían sus expectativas mucho más aseguradas en un modelo en el que el Gobierno central se reservara la mayor parte de la recaudación de los impuestos estatales, pero el nuevo sistema aprobado va en la dirección opuesta: mayor autonomía fiscal y una mayor disposición de recursos para las regiones ricas.

Ahora bien, el PP no se opone a este modelo. Mariano Rajoy encabezó las gestiones para que todas las regiones gobernadas por el PP no rechazaran el nuevo modelo en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Para completar la estrategia, Rajoy y su grupo van a votar en contra en el Parlamento, una vez asegurada la abstención de las comunidades ‘peperas’. La corresponsabilidad de la oposición con el Gobierno, en la puesta en vigor del nuevo modelo de financiación, es total. Ya en la legislatura pasada ocurrió algo similar con las reformas autonómicas. El PP rechazó el ‘Estatut’, pero bendijo el Estatuto de Autonomía de Andalucía que es una copia del texto catalán pero sin alusiones al bilingüismo. Cuétara, como diputada, puede tener sus propias ideas, pero la dirección nacional del PP camina en la dirección contraria. Tanto en el modelo territorial como en la respuesta a la crisis económica, las coincidencias entre PSOE y PP son muy superiores a las que se visualizan en las sesiones de control del Parlamento.