Pedro Solbes afirma que la inversión del Gobierno central en las comunidades autónomas no supone ningún tipo de discriminación entre los territorios. Sin embargo, el ministro de Economía alcanzó la celebridad en esta legislatura diciendo que los criterios de financiación de los estatutos de autonomía suponían un sudoku de imposible resolución. Pues bien, los acuerdos de inversión alcanzados por Zapatero con Montilla y Chaves son la plasmación de las exigencias estatutarias. Andalucía y Cataluña, juntas, se llevan más del 36% de la inversión del Gobierno, porque sus estatutos así lo exigen. Si la letra de los estatutos componía un endiablado sudoku, los Presupuestos del Estado de 2008 resultan imposibles de confeccionar, a menos que el ministro de Economía deje a alguna región con menos dinero del esperado.
Cataluña y Andalucía salen beneficiadas en las cuentas del Estado porque sus estatutos de autonomía tienen cláusulas económicas que les favorecen. Sobre el voto andaluz y catalán se asienta la frágil mayoría parlamentaria de Zapatero, así que a seis meses de las elecciones llegó el momento de hacer pasar a unos delante de otros. Esta es la coyuntura adecuada para poner en práctica la letra de los estatutos, y la mejor demostración de lo que estoy diciendo es que esta semana se reactivó el sistema de relación bilateral, Gobierno/comunidades autónomas, sobre la que se edificó el “Estatut”. Cataluña se entiende con el Estado, luego ya irán el resto de comunidades autónomas. “No nos falles, José Luis”, dijo Montilla antes de recibir más de 4.000 millones de euros.
Esa relación bilateral, que es la cristalización del modelo de federalismo asimétrico que propugnaba Maragall, se concreta en una práctica muy nociva: la división de los Presupuestos Generales del Estado por cuotas. No se trata de dar un año más dinero a determinada región para hacer un ferrocarril de alta velocidad, sino que todos los años cada comunidad recibirá un porcentaje del dinero total. Cataluña es el 18,8% del Estado. Por eso Zapatero se entrevista con los presidentes autonómicos para elaborar los Presupuestos. Así se confeccionan las cuentas europeas, pero yo creía que España tenía más cohesión interna que la UE.