MARCA REAL OVIEDO
Para empezar, todos estamos de acuerdo en que el Real Oviedo es mucho más que una marca. Por encima de etiquetas y de mantras, el oviedismo es, sobre todo, una cuestión de sentimientos que va mucho más allá de una palabrería hueca, por lo demás, tan propia de estos tiempos.
Sin embargo, lo cierto es que está sobre la mesa la cuestión de la marca. Por lo que leo en EL COMERCIO, en su momento, Gabino de Lorenzo puso tres millones de euros como compra por tal concepto en 2009, cuando el club vivía la etapa más sórdida de su gloriosa historia. Aquel dinero fue un parche más que, en realidad, tampoco pudo tapar grandes agujeros.
En este momento en el que, por fortuna, se quedó muy atrás aquella época aciaga, parece ser que el Ayuntamiento desea vender la marca al club, y la entidad, a su vez, tiene voluntad de comprarla. Distinta cosa es que se llegue a alcanzar un acuerdo cuando el Consistorio fije el precio de esa posible transacción. Y, por otro lado, se percibe claramente que hay una cierta tensión entre las partes implicadas.
Cierto es que lo que en su momento pagó Gabino no dejó de ser una especie de ‘limosna’ a un club que era una ruina en todos los sentidos. No lo es menos que, años atrás, el propio ex Alcalde contribuyó de forma decisiva a aquella ruina, apostando por aquel engendro que se llamó ‘Oviedo ACF’, apuesta que costó dinero público de la ciudadanía ovetense.
Y, en todo caso, por fortuna, con el Real Oviedo en el fútbol profesional, está muy claro que la referida marca vale más que aquella dádiva ‘gabiniana’. Ahora bien, quiero creer que el equipo de gobierno es consciente de que no puede tratar el tema con frialdad, desentendiéndose de la omnipresencia que el club tiene en el sentimiento de una ciudad, que es la suya. Le toca al Consistorio ser generoso con el club que forma parte del alma de Oviedo, no tratar el asunto como una transacción comercial más. Con esto, no digo que se deba mantener el precio de 2009. Pero no sería de recibo tratar el asunto sin tener en cuenta esto que vengo diciendo.
