Por favor, estén a la altura
Acostumbrados estamos a los espectáculos y a las pantomimas que nos ofrecen casi de continuo los políticos en todos los ámbitos, desde el municipal hasta el estatal, pasando por el autonómico, lo que no significa que tengamos que resignarnos a ello. No obstante, hay asuntos que, por su propia naturaleza, obligan a la altura de miras y a la delicadeza.
Sin duda, entre esos casos, se encuentra el que afecta a la familia de Eloy Palacio, una familia que merece todos los reconocimientos honoríficos y que además tiene que se apoyada económicamente tras la muerte del heroico bombero, muerte que se produjo por su compromiso con la sociedad, al haber perdido su vida no estando de servicio por ayudar a extinguir el incendio que se produjo en la calle Uría en 2016.
No me corresponde dilucidar qué resquicios legales existen para que esta ayuda, tan indiscutiblemente merecida, llegue a ser efectiva. Para eso están los políticos que, a su vez, pueden y deben pedir los asesoramientos pertinentes.
Podrá ser más o menos dificultoso encontrar esa vía legal que permita hacer justicia en el caso que nos ocupa. Ahora bien, hay espectáculos que no son de recibo, que nunca tendrían que haber ocurrido. Sin embargo, así fue.
Miren, por respeto a ustedes mismos y a una institución que representa a la ciudadanía ovetense, lo primero que deberían hacer es pedir disculpas por el bochornoso espectáculo que acaban de protagonizar. Y, en segundo término, escenifiquen –esta vez, sí– que la totalidad de los grupos municipales está de acuerdo en conseguir el objetivo del que venimos hablando, un objetivo que, de ser alcanzado, fortalecerá la dignidad de la ciudad en su conjunto.
Quiero creer que, por muchas que sean las dificultades para crear encontrar esa vía legal, este objetivo de la ayuda económica a la familia de Eloy Palacio tiene salida, tiene que ser viable.
Y ustedes, ediles del Ayuntamiento de Oviedo, no sólo tienen la obligación de poner en ello todo su empeño, sino también de dejar claro que no están actuando para la galería y que, por respeto a la memoria de un ciudadano ejemplar cuyo comportamiento se puede definir como heroico, hay que abandonar rifirrafes bochornosos y enfrentamientos sonrojantes.
Sería muy de agradecer que, cuando se volviese a tratar este asunto, estuviesen encima de la mesa informes jurídicos que señalasen el camino a seguir para hacer justicia con la memoria de Eloy Palacio apoyando económicamente a su familia.
Dejen sus guerras para otros menesteres. Asesórense y actúen con rigor.
De sobra saben que, por ética y por estética, ésa es su obligación.