VIGA AZUL: CAPACIDAD DE REACCIÓN
A lo largo del primer tiempo, se vio algo muy claro. Y es que el Alcorcón consiguió maniatar el juego de un Oviedo que apenas fue capaz de lograr profundidad por las bandas. Además, el balón nos duraba muy poco y rara vez fuimos capaces de hilvanar una jugada con ambición a base de unos cuantos pases seguidos. Así pues, el equipo visitante en ningún momento se mostró superior, pero sí logró impedir un fútbol fluido por parte del Oviedo.
Cierto es que esto último también puede achacarse a la falta de inspiración del once azul, que hizo un juego soporífero e inocente a lo largo de los primeros 45 minutos. Habrá que convenir que, en este sentido, los méritos y deméritos estuvieron más o menos equilibradamente repartidos.
Tras el descanso, Anquela hizo su primer cambio: salió al campo Diegui sustituyendo a Javi Hernández. Como siempre, el canterano batalló y dio muestras de velocidad por su banda. Sin embargo, no fue capaz de aprovechar la primera ocasión clara de gol que tuvo el Oviedo. Por su lado, Carlos Martínez, sin haber hecho su mejor partido, hace una buena sociedad con Diegui en lo que se refiere a desmarques y cesiones entre ambos.
De todos modos, el cambio que mejoró el juego del equipo, dando más profundidad y facilitando la creación de más jugadas de ataque fue el de Javi Muñoz por Berjón. El capitán, en efecto, dio muestras de talento en algún pase, pero está muy lejos de haber alcanzado una condición física óptima. Sin embargo, Javi Muñoz demostró una vez más que es un jugador muy útil y que está en un buen momento.
Lo cierto es que, sin haber cuajado una segunda parte memorable, el juego del Oviedo mejoró tras el descanso y tuvo la compensación del gol que nos dio la victoria.
Una vez más, una victoria por la mínima. Una vez más, sufriendo hasta el último momento. Pero, en todo caso, no sólo debemos felicitarnos por el triunfo ante el Alcorcón que supone seguir mejorando una racha excelente en lo que va de año, sino también porque este equipo demostró una vez más que sabe reaccionar, que es capaz de sacudirse un juego soporífero, lleno de imprecisiones, cuando no de despropósitos, creando peligro y ocasiones de gol, aprovechando además una de ellas en un momento decisivo.
Capacidad de reacción que nos dio un triunfo decisivo y que fue además un excelente regalo de cumpleaños para el arriba firmante.