SOMOS OVIEDO Y SU DECÁLOGO
A poco que se haya ido siguiendo la trayectoria del Gobierno tripartito del Ayuntamiento de Oviedo, resulta fácil percibir que hay un deterioro creciente en las relaciones entre el PSOE y Somos, al tiempo que IU, sin hacer en modo alguno de convidado de piedra, ha venido procurando que el entendimiento entre los tres socios que están al frente del Consistorio ovetense no se pierda del todo.
Dentro de este clima del que venimos hablando, el grupo Somos acaba de tomar una iniciativa que se puede considerar bastante lógica mediante el decálogo que presenta para que, tras las próximas elecciones municipales, continúe un Gobierno de izquierdas en el Ayuntamiento de Oviedo, en el caso, obviamente, de que la suma de ediles lo permita.
Me parece coherente que se pida que prevalezcan los intereses de la ciudad frente a los dictados que pudieran imponer los partidos desde su ámbito estatal. Por otro lado, aunque no haya habido acuerdo en ello, plantear una reducción de sueldos lo encuentro razonable, así como que prosiga la tendencia a volver a hacer públicos servicios que se privatizaron. Además, se afirma desde la formación morada que no hay líneas rojas, al tiempo que se pone de manifiesto la predisposición a escuchar propuestas por parte del PSOE e IU.
Cuando escribo estas líneas, no me consta que los actuales socios del Gobierno Municipal hayan dado una respuesta concreta a este decálogo. Sin embargo, me parece obligado tener en cuenta el pasado más reciente, que facilitó un Gobierno de izquierdas en Oviedo, al tiempo que impidió la continuidad del ‘gabinismo’, pasado más reciente en el que la generosidad de Ana Taboada fue decisiva para ello, renunciando a su condición de fuerza más votada de la izquierda. Pasado más reciente en el que no hay que olvidar la postura de los entonces dirigentes de la FSA, que estaban dispuestos a que continuase gobernando la derecha en Oviedo como consecuencia de la falta de apoyo de Xixón sí puede al candidato socialista de la ciudad de Jovellanos.
Quiere decirse con esto que el actual alcalde, Wenceslao López, de entrada, no era un candidato muy bien visto por la propia FSA, y que su trayectoria política dejaba muy claro que no estaba en modo alguno dispuesto a ser complaciente con el ‘gabinismo’.
La situación ha cambiado mucho en lo que respecta a la actual FSA, pues se diría que a sus dirigentes, Oviedo no les resulta ajeno ni tampoco indiferente y tienen un grado de sintonía con Wenceslao que desde luego no había por parte de Javier Fernández.
Así las cosas, del mismo modo que me parece razonable lo que Somos Oviedo plantea en su decálogo, considero que, por parte de Wenceslao López, no hay la más mínima intención de renunciar a sus ideas y que puede asumir perfectamente lo que se demanda en el referido decálogo.
No cabe ninguna duda de que es grande la incertidumbre en lo que respecta a los resultados electorales del próximo 26 de mayo en el Ayuntamiento de Oviedo, pero se puede considerar positivo que se reconozca que va ser poco menos que imposible que haya mayorías absolutas y que, en consonancia con ello, se manifieste una clara predisposición al entendimiento entre formaciones políticas afines.
Veremos.