Los tres trabajadores de Vesuvius siguen encerrados en la Catedral, a la espera de una alternativa mínimamente aceptable al conflicto con la multinacional. Al mismo tiempo que eso ocurre, Oviedo, en estos mismos días, se viste de largo para los actos del Teatro Campoamor y, un año más, celebra el Desarme. Mientras tanto, la situación en Cataluña es cada vez más tensa, en vísperas de una campaña electoral indeseada por la ciudadanía.
Intenso octubre, digo, también en la política vetustense, con un PP local cuya cúpula acaba de ser renovada y, sobre todo, modificada, lo que da pie a rumores e interpretaciones diversas, pero que, en ningún caso, hablan de tranquilidad en el seno del partido conservador.
A todo esto hay que añadir que los planes sobre el Urbanismo de Oviedo, por lo que parece, cambian de un modo tal que despiertan, en distintos grados, el rechazo de los partidos de la oposición que tienen representación en el Consistorio.
Intenso octubre, mes que, tradicionalmente, suele tener citas con la historia, tanto de España en general como de Asturias en particular. Y lo cierto es que, en este momento, la situación no resulta nada tranquila ni para el país ni para Asturias, ni tampoco para la ciudad de Oviedo.
El día a día regresará muy pronto en la vida pública vetustense. Y, en ese día a día, habrá que sentar, de una vez, las bases de los enclaves que serán decisivos en el futuro más inmediato de la ciudad, es decir, fundamentalmente, sobre los terrenos de la Vega, así como sobre los terrenos del antiguo hospital, algo de lo que se habla mucho, algo de lo que lo esencial sigue sin concretarse.
No es de extrañar que inquiete la revisión del PGO; tampoco resulta nada sorprendente que cause preocupación el hecho de que se aparquen parte de los principales planes que estaban previstos. Lo que había podrían ser discutibles, sin duda, pero los venideros plantean incógnitas y, además, no hay certeza ninguna de que puedan ser mejores que los hasta ahora conocidos.
Intenso octubre en Vetusta, con días de viento sur tan regentianos, con conflictos laborales que tienen su caja de resonancia en la heroica ciudad, con incertidumbres varias, con movimientos políticos que dan cuenta de cambios que, desde afuera, llaman mucho la atención.
Llueve en Vetusta; a veces, sale el Arco Iris, a veces, el cielo se despeja; a veces, el panorama, externo e interno, nos llena de zozobra, sobre todo, pensando en un día a día, que tiene mucho que decir antes de que concluya el mes.