Tras la debacle electoral sufrida por Cs el 10 de noviembre, es obligado preguntarse acerca de los planteamientos –y replanteamientosque hará ese partido político para poder seguir aspirando a ser una fuerza política que tenga implantación en todo el país, también en Asturias, también en Oviedo.
Está reciente en el tiempo la dimisión de Juan Vázquez como cabeza visible de este partido en Asturias, que abandonó las filas de la formación naranja, entre otras cosas, por la deriva conservadora que fue yendo a más hasta el pasado 10 de noviembre.
Frente a ello, Ignacio Cuesta, teniente de Alcalde en Oviedo, que lidera el partido en nuestra ciudad, vino destacando en sus intervenciones públicas por un conservadurismo que, en primera instancia, resulta llamativo, habida cuenta de que no hace mucho tiempo militó en la AMSO.
En todo caso, cabe esperar que se mantenga el pacto de Gobierno en el Ayuntamiento de Oviedo, con independencia del discurso que vaya a enarbolar Ciudadanos en toda España, una vez que se elija a la persona que lidere el partido. De todos modos, si extrapolamos los resultados del 10 de noviembre a Oviedo, queda claro que el partido que lideró hasta el día siguiente el señor Rivera, no estaría en condiciones de sumar con el PP, tal y como sucedió en las elecciones municipales de mayo. Tampoco hay que perder de vista la subida de Vox en Oviedo, que le daría mayor presencia en el Consistorio, extrapolando los resultados del pasado domingo.
Sin duda, esto no significa que hayan perdido legitimidad los resultados de las pasadas elecciones municipales. A ello hay que añadir que, en clave local, no se vota lo mismo que en unas elecciones generales.
Dicho todo esto, en el supuesto de que la formación naranja aspire a retornar a la moderación y al centrismo, al tiempo que pretenda reivindicarse como el partido regeneracionista que así se proclamó en su puesta de largo en la vida pública, tengo para mí que don Ignacio Cuesta tendría que moderar y moldear su discurso, toda vez que, desde el 15 de junio a esta parte, vino decantándose por unos planteamientos muy cercanos al conservadurismo más rancio, alejados de cualquier centrismo político.
No quiero decir con esto que necesariamente no pueda mantener su pacto de Gobierno municipal con el PP, pero más allá de las políticas del día a día en el ámbito municipal, no parece muy probable que pueda mantener las mismas posturas que el PP, incluso el mismo talante.
Habrá que ver, pues, si Cs en Oviedo y en Asturias va a adaptarse a los cambios de orientación que está obligado a dar ese partido si pretende seguir teniendo presencia en la vida pública.