Viga Azul: Algo más que un penalti en contra
Sí, lo sucedido en Almería fue algo más que un penalti en contra. Hasta ese momento, no solo estábamos haciendo un partido digno, sino que además daba la impresión de que las cosas se nos ponían de cara para, al menos, no salir derrotados ante un rival que, además de jugar en su propio feudo, era el segundo clasificado en la categoría. A ello hay que añadir que nos faltaban titulares importantes, sobre todo por las sanciones que tocaban la noche del jueves.
Pero todo se vino abajo a partir de que nos castigaran con un penalti, en el más extremo de los casos, más que dudoso. Sin embargo, me atrevo a matizar algo que mucha gente no quiso ver. Aun a pesar de la pena máxima, creo que injusta, estuvimos a punto de empatar el encuentro con el balón que mandó Luismi al palo. Es decir, no bajamos los brazos por la fatídica decisión del colegiado.
Lo que de verdad sentenció el partido fue el segundo tanto del Almería, consecuencia de un despeje de cabeza fallido por parte de Carlos Hernández, consecuencia, sobre todo, de una clamorosa falta de entendimiento entre Arribas y el guardameta debutante.
Digo falta de entendimiento porque, por indecisiones del portero y del defensa, se le permitió al delantero rival marcar el segundo gol a puerta vacía. Una falta de entendimiento que no tiene por qué repetirse. Y, sobre todo, que no debe llevarnos a poner en tela de juicio la calidad del portero que se estrenó en Almería como jugador del Oviedo.
Algo más que un penalti en contra, digo. Lo de Almería no fue un espectáculo de impotencia por parte del Oviedo, tal y como sucedió en otros estadios como en Málaga, como en Huesca, como en las Palmas. Fue muy distinta cosa: un encuentro que se desbarató en los minutos finales cuya casuística no estuvo, en primera instancia, en nuestras carencias propias, en nuestros regalos al contrario, que nos hicieron salir derrotados en muchos de los choques del actual campeonato.
No fue, para mí, una derrota humillante. No nos tiene que desmoralizar. Y todos, empezando por los jugadores que acaban de incorporarse, merecen, al menos, un margen de confianza.
Algo más que un penalti injusto, que, sin embargo, no echa por tierra un trabajo digno en un campo nada fácil, en el que tuvimos que luchar no sólo contra el rival, sino también contra decisiones arbitrales, a mi modo de ver, injustas.