En Oviedo se celebrará la manifestación del 8-M en Asturias, bajo el lema: “Nosotras movemos el mundo”.

Sí, sin embargo, ellas lo mueven, aun a pesar de las víctimas de la barbarie machista, una pesadilla que no cesa; aun a pesar de la esclavitud a la que muchas mujeres son sometidas a resultas de negocios tan abyectos como la prostitución; aun a pesar de que los abusos y violaciones siguen sucediendo, por mucho que todas las voces, o casi todas, se alcen contra ello. Aun a pesar de que lo mucho que renuncian por centrar su vida en el cuidado de quienes tiene más cerca, desde los niños y las niñas hasta las personas mayores que ya no se valen por sí mismas.

Sí, ellas mueven el mundo, negando con ello la injusticia que supone que esa igualdad de derechos y oportunidades entre mujeres y hombres, aceptada teóricamente, todavía está lejos de ser una realidad, no obstante, los avances conseguidos gracias a la lucha del movimiento feminista, una lucha a la que los hombres tenemos que unirnos sin fisuras ni matices.

Un rápido vistazo a la historia nos muestra que hemos venido perdiendo la mitad del talento en la ciencia, en la cultura, en el pensamiento y en el arte por la marginación que vino sufriendo la mujer a lo largo de un tiempo casi incontable.

Mueven el mundo, un mundo que les sigue siendo más hostil que a los hombres. Bajo ese lema, que tanto recuerda tiempos tenebrosos, Oviedo será el escenario de un clamor al que hay que sumarse sin anteojeras y sin prejuicios.

Todo un acto de justicia poética el 8-M en Oviedo. Aquí y ahora.