Leo la noticia que publica EL COMERCIO acerca de la indignación que manifiesta el segundo teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Oviedo, don Mario Arias, a resultas del acuerdo que alcanzaron la Federación Española de Municipios que preside el regidor de Vigo, Abel Caballero, y el Gobierno de España sobre el uso que haría el Ejecutivo de España con los ahorros de las entidades locales; ahorros que, por lo visto, ascienden a 17.000 millones de euros.
O sea, mientras que para los defensores del asunto, el acuerdo sería muy beneficioso para los ayuntamientos, pues les permitiría disponer de mayor liquidez a la hora de acometer proyectos y obras, para sus detractores se trata de todo un expolio por parte del Gobierno central a las entidades locales.
Lo cierto, por otro lado, es que todo este asunto viene de lejos, es decir, desde la llamada ley Montoro de racionalización de las haciendas locales que data de 2012. Y, como fácilmente podemos suponer, los ayuntamientos que no estaban gobernados por el PP no manifestaron su conformidad con la mencionada ley, mientras que aquellos otros consistorios a cuyo frente se encontraba alguien del partido conservador, desde luego, no se opusieron a ella.
Una vez más, lo que se pone de relieve es hasta dónde llega la creo que mal llamada ‘disciplina de partido’, que nos lleva a ser críticos con quienes miran hacia otro lado por no enfrentarse a sus propios dirigentes, que nos lleva también a recordarles a quienes muestran su rechazo que también tuvieron ocasión de hacerlo cuando su formación política estaba al frente del Gobierno de España.
Veremos cómo se debate esto en el Pleno cuya convocatoria anuncian.